Las nuevas tiendas online que dan lo que Amazon no puede darte: pocas opciones

  • El gigante electrónico tiene tanta variedad que a veces es imposible decidirse y es una debilidad que están aprovechando nuevas tiendas
Un lote de productos de Brandless.
Un lote de productos de Brandless.

La mayoría de plataformas de compras online, con Amazon como líder indiscutible, basan su negocio en ofrecer a los consumidores la variedad de productos más amplia posible. ¿Necesitas un cuna de bebé? Amazon ofrece 40.000 opciones. ¿Un destornillador de estrella? 10.000 resultados. ¿Papel higiénico? Hay 100.000 para elegir.

Este modelo ha permitido a la empresa de Jeff Bezos integrar en su negocio a infinidad de terceras tiendas y marcas que, en muchos casos, dependen de la compañía como intermediario y, además, están dispuestos a pagar para que sus productos aparezcan entre las primeras opciones de las búsquedas. Un algoritmo de Amazon selecciona los más populares en cualquier búsqueda, pero las dos o tres primeras son siempre patrocinadas.

A medida que la plataforma ha ido creciendo, la comodidad y los bajos precios que han hecho de Amazon tan popular pueden verse lastrados por uno de sus grandes inconvenientes: tiene tanto material que a veces se hace demasiado complicado elegir. Y hay compañías que están sabiendo aprovechar con éxito esta debilidad del gigante del comercio electrónico –que han imitado el resto de los grandes del retail en internet–.

Es el caso de Brandless, una compañía estadounidense fundada en el verano de 2017 que en solo un año fue valorada por el fondo de capital riesgo Vision Fund en 500 millones de dólares. ¿Su secreto? Un sencillo catálogo de bienes básicos para el hogar de marca blanca, pero de calidad –con especial fijación en etiquetas como “ecológico”, “saludable” o “sostenible”–, a precios comedidos.

La tienda ofrece poquísimas alternativas. Si buscas jabón para manos hay solo dos artículos, de dos aromas distintos, si necesitas papel higiénico no tienes 100.000 opciones. Solo hay un paquete de seis rollos dobles a tres euros, un precio que se repite en mucho de los artículos de la página. El portal se inauguró con 300 productos básicos. Hoy por hoy el catálogo asciende a 500 referencias, pero la variedad se amplia con nuevos productos, no con distintas opciones.

Como explica la CEO de Brandless Tina Sharkey a 'Business Insider', lo que pretende su empresa es acabar con lo que se conoce como “paradoja de selección”, por la cual las personas gastan mucho tiempo y esfuerzo en elegir qué necesitan entre una variedad demasiado amplia de opciones. “Parte de la proposición de valor de Brandless es que hacemos la selección por ti”, asegura Sharkey.

Algunos de los productos de Public Goods.
Algunos de los productos de Public Goods.

Un modelo que ya se está imitando

El éxito de Brandless ha llevado a otras compañías a lanzar propuestas muy similares. El pasado año se estrenó Public Goods, que ofrece también un catálogo de productos de su propia marca blanca, aunque, en este caso, solo están disponibles para los suscriptores, que deben abonar una cuota de 59 dólares al año.

Su propuesta, por lo demás, es exactamente la misma: ofrecer una marca de confianza que permita a los consumidores comprar la mayor parte de las cosas que necesitan sin tener que elegir entre miles de opciones.

En realidad, el modelo por el que apuestan ambas compañías no es más que la traslación de la marca blanca de toda la vida al mundo del comercio online, con la particularidad de insistir en la calidad de esta (algo que también se refleja en su precio, que es bastante más elevado que el de las marcas blancas de los supermercados de descuento como Lidl o Dia).

Como explica la consultora Sucharita Kodali en 'Bussiness Insider' estas compañías pueden tener éxito mientras ofrezcan buenos productos, con un empaquetado atractivo y una buena narrativa, que puede atraer sobre todo al público más joven. Su principal problema es que se trata de un modelo de negocio que es muy sencillo de imitar, también por las grandes.

Amazon cuenta desde hace años con su línea Amazon Basics, que bien podría rediseñar y ofrecer en un sitio propio dentro de la plataforma (algo que, de hecho, ya ha ido mejorando) para competir directamente con estos nuevos negocios –y, probablemente, con mejores precios, dado su tamaño–.

El éxito de estas nuevas 'startups' depende, de hecho, de la mala prensa actual de Amazon: si una empresa ofrece productos atractivos y vende una imagen más amable —con el medio ambiente, los trabajadores y la sociedad en general– puede que encuentre un público fiel que le permita crecer. Pero no lo tendrá fácil.

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