La curiosa lección sobre la suerte del ambicioso “fundador” de McDonald´s

  • Ray Kroc era un inventor fracasado que a los 52 años se topó con una idea que no era suya. Pero supo aprovechar la oportunidad y hacerse con ella
El empresario Ray Krock.
El empresario Ray Krock.

A sus 52 años, Ray Kroc padecía diabetes, le habían extirpado la vesícula y parte de la glándula tiroides y empezaba a lidiar con la artritis. Tampoco le iban bien los negocios. Era una suerte de inventor fracasado, al que podríamos imaginar como Randall “Rand” Peltzer de los Gremlins.

Se pasó 17 años vendiendo vasos de papel, trabajó como agente inmobiliario e, incluso, sacó algo de dinero tocando el piano en bandas de poca monta. Mientras, pensaba en inventos que pudieran hacerle rico, como una máquina para restaurantes de comida rápida que podía producir cinco o seis batidos al mismo tiempo, en la que puso toda su energía.

Fue entonces cuando un pequeño restaurante de San Bernardino (California) le encargó ocho de sus máquinas para acelerar la producción de sus batidos. Era el primer Mc Donald´s.

El local no tenía mesas ni sillas, pero los clientes hacían cola para compras sus hamburguesas, que se servían en un tiempo récord: solo 30 segundos. Kroc quedó prendado con el invento, y llegó a un acuerdo con los hermanos Mac y Dick McDonald –los verdaderos creadores del concepto– para instalar franquicias del restaurante por todo el país. Según el contrato, Kroc recibía el 1,9 por ciento de las ventas de cada franquicia que se abriera en Estados Unidos, pero debía entregar la mitad de sus ingresos a los hermanos.

El desenlace –como se explica en la película El Fundador, donde Michael Keaton interpreta a Kroc– es el que podría esperarse. El recién llegado al negocio cree que gana poco dinero y acaba tarifando con los hermanos, que no comparten su ambición desmedida y solo quieren ganar lo suficiente para jubilarse.

Finalmente, Kroc compró la empresa por 2,7 millones de dólares en 1961 y acabó abriendo un restaurante enfrente del local original que conservaban los hermanos y que terminó cerrando. Se hizo inmensamente rico.

¿Perseverancia o golpe de suerte?

Aunque no hay ninguna fuente que lo confirme, se suele asociar una cita celebre a Kroc: “La suerte es fruto del sudor. Cuanto más sudas, más suerte tienes”. Y desde luego, esta es la idea de sí mismo que busca transmitir en su autobiografía, Grinding it Out, publicada en 1976.

En el libro, Kroc insiste en que su perseverancia le llevó al éxito. Y solo es el responsable del mismo. “Siempre he creído que cada hombre construye su propia felicidad y es responsable de sus propios problemas”, aseguraba. El problema es que, si analizamos bien la historia, es evidente que Kroc –que no parecía un tipo especialmente talentoso–, se limito a apropiarse de una idea que otros habían generado.

Dicho esto, hay que reconocerle algunos logros. Si bien el modelo de restaurante no era suyo, ni siquiera la ultrapopular “M” amarilla por la que se distingue a la cadena en todo el mundo, sí tuvo ojo al elegir el modelo de negocio. O, más bien, supo elegir compañeros de viaje, pues en realidad fue Harry J. Sonneborn –el primer director ejecutivo de la corporación McDonald´s–, el que le aconsejó comprar los terrenos en los que se iban a construir los futuros restaurantes y luego alquilar estos a los franquiciados. Esta fue la verdadera clave del éxito de la cadena.

¿Qué podemos aprender de todo esto? Como apunta Bill Murphy Jr en Inc. “la única forma de que un tipo como Ray Kroc llegara a ser tan exitoso es resultado de la pura y dura suerte. O tal vez es el resultado de trabajar lo suficientemente duro como para tener la oportunidad de aprovechar algunas oportunidades increíbles”.

O, más bien, saber ver quién es más talentoso que tú y lograr exprimirle.

Mostrar comentarios