A pesar de que la crisis del empleo derivada de la Covid ha golpeado especialmente a las mujeres -ellas copan más de la mitad del desempleo generado desde marzo-, este 2020 tan extraño nos deja un dato realmente positivo: por primera vez, España se acaba de colar en el top 10 de los mejores países para mujeres emprendedoras, según el último índice que elabora cada año Mastercard y que ha presentado esta misma semana. Nuestro país escala cuatro posiciones respecto a 2019 y ya ocupa el décimo puesto de la lista.
En el informe, se examinan los entornos laborales de 58 economías de todo el globo (que representan casi el 80% de la fuerza laboral femenina en el mundo), para medir su éxito en el fomento y el avance del espíritu empresarial femenino. Basándose en datos globales del Banco Mundial y la OCDE, el estudio evalúa estas economías a través de distintos indicadores como el acceso a la educación o la capacidad de financiación, así como otros factores de apoyo al talento femenino. Este año, Israel ha pasado a Estados Unidos y a Suiza para situarse como el mejor lugar del mundo para ser mujer emprendedora, según el informe.
Israel ha escalado tres puestos respecto al año anterior para robarle el título a Nueva Zelanda, que en 2019 era el mejor lugar del mundo en el Índice de Mujeres Emprendedoras de Mastercard. Pero, sin duda, la mejor noticia es que por primera vez podemos ver en el 'top 10' a países como Polonia, Suecia o España. En el caso de nuestro país, el informe destaca los "grandes progresos en cuanto a los roles profesionales y económicos de las mujeres" en el último año. Sin embargo, cuando hablamos de mujeres propietarias de negocios, España se sitúa en el puesto 24 de la lista, con apenas un tercio del total de negocios en manos de mujeres.
Israel, el modelo a seguir
En este sentido, precisamente el gran avance de Israel hasta lo más alto de la lista de 2020 se debe en gran parte a un marcado aumento en su apoyo a las mujeres en las pequeñas y medianas empresas, superando a otros 41 países solo en este segmento. De hecho, el país se ha fijado ambiciosos objetivos de cara a los próximos dos años para duplicar su número de mujeres emprendedoras, implementando fondos específicos e iniciativas de redes de ayuda para hacerlo posible. Un modelo que ha demostrado ser particularmente valioso para el empoderamiento efectivo de la mujer en los negocios, según el informe.
Estados Unidos ha repetido en el segundo lugar del índice, especialmente gracias a los altos niveles de mujeres propietarias de empresas (por encima del 40%) y las percepciones culturales favorables al emprendimiento femenino. Por su parte, Suiza ha avanzado ocho puestos para ocupar el tercer lugar este año, impulsada fundamentalmente por una fuerte mejora en el apoyo gubernamental a las pymes y un aumento significativo en las percepciones culturales del espíritu empresarial. Mientras tanto, la líder de 2019, Nueva Zelanda, ha caído a la cuarta posición, pero aún así permanece en un lugar destacado por factores como las líderes femeninas con alta visibilidad como, por ejemplo, su primera ministra, Jacinda Ardern.
Sin embargo, a pesar de los datos positivos en numerosos países, el informe ahonda en la necesidad de establecer más políticas activas a nivel institucional y empresarial para fomentar la inclusión de la mujer en el mundo de los negocios. No en vano, sigue habiendo más de una decena de países en los que, bien por regímenes autoritaritarios, bien por una cultura misógina heredada, las mujeres siguen teniendo vetado el acceso al trabajo. Entre los lugares más difíciles para ser emprendedora se encuentran Arabia Saudí, Túnez, Irán, Egipto, Argelia o Bangladesh, una lista que ha cambiado poco con respecto al año pasado.
El informe de este año se presenta en el contexto de la pandemia de coronavirus, que según los expertos ha afectado de manera desproporcionada a las mujeres. De hecho, las emprendedoras se han visto obligadas a buscar nuevas formas de trabajar, entre las que se incluyen aprovechar nuevas oportunidades comerciales o realinear los modelos existentes, según el informe. Por eso, más de dos quintas partes (42%) de las mujeres propietarias de negocios han cambiado a un modelo de negocio online durante la pandemia y más de un tercio (37%) ha desarrollado un área de negocio que satisface nuevas necesidades locales o globales. Otro tercio (34%) reconoce haber identificado nuevas oportunidades comerciales debido al virus.
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