Los únicos grandes beneficiados del Brexit: los despachos de abogados

  • El Brexit puede tener nefastas consecuencias para la mayoría de sectores económicos, pero hay empresas que se van a forrar con tanto papeleo
El Brexit ha hecho que aumente enormemente el volumen de trabajo de los despachos. / Pexels
El Brexit ha hecho que aumente enormemente el volumen de trabajo de los despachos. / Pexels

Se ha hablado largo y tendido de las nefastas consecuencias que puede tener para la economía la salida del Reino Unido de la Unión Europea, máxime si se produce un Brexit sin acuerdo, una posibilidad que hace meses se daba por imposible, pero cada vez es más probable.

Gran Bretaña se enfrenta a la escasez de recursos básicos como medicinas, alimentos y combustible, y la mayoría de las empresas, tanto en las islas como en la Europa continental, ven el Brexit con temor.

Pero hay un sector para el que el Brexit no solo no es un problema, sino que se ha convertido en una oportunidad de negocio muy lucrativa. Y lo podría ser aún más en caso de que Reino Unido abandone la Unión Europea sin acuerdo. Hablamos de los despachos de abogados.

Toda gran empresa británica con negocios en el continente europeo tiene listos planes de contingencia relacionados con el Brexit, que están dando un enorme trabajo a los despachos abogados en materias como reestructuraciones, derechos de propiedad intelectual o legislación laboral.

Y, a medida que se acerca el Brexit –se cual sea el escenario– se espera aún más trabajo: la salida de Reino Unido de la Unión Europea obligará reescribir cientos de miles de contratos de todas las variedades en lo que es ya un ejercicio masivo de burocracia.

Es algo que los despachos llevan planificando desde que el Brexit se convirtió siquiera en una posibilidad. Las tres grandes casas españolas, Garrigues, Uría Menéndez y Cuatrecasas cuentan desde 2016 con departamentos multidisciplinares específicos que se han especializado en el Brexit.

Como explica a ‘La Información’ Juan Carlos Machuca, socio director de la oficina de Uría Menéndez en Londres, su despacho se empezó a preparar para el Brexit meses antes del referéndum: “El Brexit podía acabar siendo una realidad y había que estar preparados. Las empresas necesitaban planes de contingencia, análisis de contratos actuales y su impacto en sus futuros negocios, así como la revisión de la situación de sus suministradores, clientes y competidores”.

Algo parecido apunta Fernando Mínguez Hernández, socio de Cuatrecasas, que asegura que en unos pocos días después de que se conociera el resultado del referéndum ya se había formado un equipo de abogados en la empresa “para hacer un seguimiento desde todas las líneas de práctica de la firma”. 

Fotografía de la City de Londres
No toda la City londinense va a salir malparada del Brexit. / EFE

Trabajo para miles de abogados

El volumen de trabajo ha aumentado en todos los despachos de abogados, tanto en el seno del Reino Unido, como en el continente. Según datos recogidos por la revista británica 'The Lawyer', los 100 mayores despachos de abogados de Gran Bretaña generaron el pasado año ingresos por valor de 28.000 millones de euros, cerca de 8.000 millones más (ajustada la inflación) que en 2007, antes de la crisis.

Según este mismo informe, durante el mismo periodo, estos 100 despachos han contratado a 21.000 nuevos abogados. Desde que los británicos votaron a favor del Brexit en 2016, los ingresos por socio –la métrica que más se utiliza para valorar la fortaleza de los despachos de abogados– no han dejado de aumentar, alcanzando los 1,24 millones de euros por socio entre las diez firmas más grandes.

Los grandes despachos españoles no han facilitado cifras concretas sobre el aumento de ingresos derivados del Brexit, pero coinciden en señalar que el aumento en el volumen de trabajo está siendo significativo, tanto en las delegaciones de Londres como en las del continente.

“Excepto en el caso de que no haya Brexit, parece claro que en el resto de escenarios que se contemplan las cuestiones legales que se van a suscitar van a ser muy numerosas y no siempre fáciles de resolver, por lo que parece que nos estamos asomando a un ámbito de generación de trabajo para expertos en derecho, es decir, para las firmas de abogados”, explica a 'La Información' José Miguel Alcolea, socio del departamento de Litigación y Arbitraje de Garrigues y miembro del equipo de Brexit.

“Tanto los despachos británicos como los ‘continentales’ hemos visto incrementado nuestro trabajo Brexit para ayudar a nuestros clientes a enfrentarse a esta nueva realidad que supone la reorganización de sus negocios y su presencia en el Reino Unido y Europa, modificando cláusulas de contratos existentes, introduciendo nuevas clausulas Brexit, analizando el impacto regulatorio en sus actividades y preparándoles para varios de los escenarios posibles”, explica Machuca.

“Temas como la legislación aplicable a las relaciones comerciales y la jurisdicción que elijan las partes para someter las controversias de sus contratos y el reconocimiento de sentencias sobre dichos procesos, serán muy relevantes y probablemente supondrán una ‘batalla legal’ entre despachos anglosajones y europeos por atraer a sus clientes a su territorio”, concluye el socio de Uría Menéndez.

En este sentido, los grandes despachos que cuentan con delegaciones en puntos clave como Madrid, Bruselas y, sobre todo Londres, tendrán más fácil atraer a las firmas que tengan que resolver problemáticas en torno al Brexit.

El Brexit generará una cantidad ingente de papeleo. / Pixabay
El Brexit generará una cantidad ingente de papeleo. / Pixabay

La gran oportunidad de los despachos con delegación

“Evidentemente, la conexión o la proximidad con la ‘fuente del problema’ (la regulación o la tributación que va a cambiar, el lugar donde se tiene que cumplir un contrato o resolver una controversia) supone una ventaja para el experto, por lo que los abogados del Reino Unido y los de los países miembros de la UE y, desde luego, entre ellos, los presentes tanto a un lado como a otro del Canal, están mejor colocados para prestar ese asesoramiento”, explica Alcolea.

El Brexit ha tenido, además, otra derivada positiva para los despachos con sede en Reino Unido. La libra se ha depreciado un 10 % desde la victoria de la salida de la UE en el referéndum, algo malo para la economía general de las islas, pero bueno para los despachos, pues ahora sale más barato litigar en Reino Unido, cuyo eficiente sistema judicial ya era popular para celebrar causas internacionales.

Como reconoce el socio de Garrigues, la posibilidad de un Brexit duro, que todos temen, puede ser positiva para los despachos: “No cabe duda de que el establecimiento de un adecuado periodo transitorio para la ejecución del Brexit y la menor intensidad de los cambios que, en su caso, se introduzcan en la relación entre el Reino Unido y la UE con respecto al marco vigente tendrán una incidencia en el volumen y la trascendencia de los problemas legales que se planteen en torno a este proceso y, en consecuencia, en el recurso a la intervención de expertos legales”. 

No lo tiene tan claro Mínguez, el socio de Cuatrecasas: “Podría decirse que, a primera vista, una salida desordenada generaría necesidades inmediatas y puntuales de asesoramiento jurídico; pero nada indica que eso sea mejor que un proceso reglado, en el que las empresas tengan el tiempo necesario para planificar sus estrategias”.

En cualquier necesario, no obstante, los despachos tendrán una enorme carga de trabajo. “De una forma u otra, la noción de 'transición' estará siempre presente, bien al amparo de un acuerdo entre el Reino Unido y la Unión Europea, bien, de forma más limitada, por aplicación de normas nacionales británicas o de los demás Estados Miembros”.

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