Marnus Broodryk: de lavacoches a emprendedor millonario con 24 años

Fotografía de una calculadora para ahorrar dinero.
Fotografía de una calculadora para ahorrar dinero.
Pexels.

La necesidad agudiza el ingenio y la prueba está en la historia de Marnus Broodryk, un emprendedor que logró hacerse millonario a los 24 años. Este empresario comenzó lavando coches para pagarse una educación y se ha convertido en fundador y CEO de la mayor compañía de contabilidad de Sudáfrica, aunque en palabras del propio Broodryk "es solo el principio".

Marnus Brodryk nació en la ciudad de Harrismith, Sudáfrica. Su infancia transcurrió junto a una madre que logró salvar sola los obstáculos de la maternidad, pero que no pudo afrontar el elevado coste de una educación de calidad. Lejos de suponer un freno, esto alimentó la osadía de Brodryk que empezó a acumular oficios para pagarse un billete a la cima. Así, lavó coches y arregló jardines, mientras recibía clases a tiempo parcial y escribía artículos. En tan solo ocho años, Marnus Brodryk hizo de The Beancounter, la firma de contabilidad más buscada de Sudáfrica y que pronto contó con una participación mayoritaria de la compañía Transaction Capital, cuyas acciones cotizan en Jamaica Stock Exchange (JSE).

Según explicó Brodryk a la revista 'Entrepeneur', al darse cuenta de que su familia no podía costearse la universidad, investigó y concluyó que los asesores contables eran los profesionales mejor pagados: "Una firma de auditoría local (Harrismith) me ofreció un puesto para hacer mis artículos con ellos, y así fue como me gradué." Según su relato, empezó a trabajar desde la madrugada hasta la noche por un salario mínimo, pero su puesto le permitió viajar al centro económico de Joburg y ampliar sus horizontes empresariales.

Llegó con dos mil euros y una cama

Marnus Brodryk partió de una visión muy personal del mundo financiero: quería ofrecer a los empresarios una información acorde con la realidad de sus compañías para ayudarles a encontrar las mejores oportunidades de crecimiento con los mínimos costes. En definitiva,  Brodryk buscaba quitarle a la contabilidad todo lo "aburrido" que mantenía alejados a los clientes. 

Llegué con una cama y 37.000 rands (menos de 2.500 euros), era una pequeña ventana, por lo que necesitaba empezar a ganar dinero antes de que este se agotara, lo más urgente era el cliente, encontrar un solo cliente", ha narrado Brodryk. Pero con las facciones de un chaval que acababa de entrar en la veintena, no resultó una misión fácil.

Aunque reconoce que hubo momentos incómodos, el joven Brodryk desgastó sus suelas llamando de puerta en puerta, y "reconocí lo importantes que eran los eventos de networking, salí de mi zona de confort y lo hice". Así fue como The Beancounter comenzó a ganar fuerza.

Echar la vista atrás

Hoy, el empresario de 32 años es el fundador y CEO de The Beancounter, una firma que no solo se encarga de la contabilidad, sino que facilita a sus clientes las habilidades que necesitan para tomar decisiones inteligentes y sostenibles. Su última meta es la de generar las plataformas y la tecnología necesaria para financiar pymes por todo el mundo.

Cuando reflexiona sobre su éxito, Brodryk incide en la importancia de delegar y de saltar las barreras impuestas, tanto por otros como por uno mismo. Admite que, al verse en la cumbre a una edad tan temprana, "comencé a creer que podía resolver los problemas del mundo, comencé a sentirme invencible".

Marnus Brodryk se ha convertido en uno de los rostros más televisivos de Sudáfrica que comparte sus consejos con personas que, como él hizo en su momento, buscan hacerse un hueco en la maraña empresarial. 

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