Derechos laborales

Estas son las mejores excusas para no ir a trabajar: fiebre y abuelas 'resucitadas'

Parece inevitable que, en algún momento del año, todos necesitemos algún día de asuntos propios... pero ¿por qué nos inventamos cosas tan surrealistas si no necesitamos justificarlos?

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Estas son las mejores excusas para no ir a trabajar: fiebre y abuelas 'resucitadas'.

Parece inevitable que, en algún momento del año, todos necesitemos algún día de asuntos propios. Contrariamente a la creencia popular, no se trata de un derecho inalienable contenido en el Estatuto de los Trabajadores, pero en la mayoría de los Convenios se contempla esta posibilidad. De hecho, incluso en aquellos casos en los que no se disponga legalmente de días libres que no necesitan justificación (o, en el caso de los funcionarios, los famosos moscosos), resulta lógico pensar que una empresa pueda emplear mano izquierda ante ciertas situaciones. Pero no vale llamar al trabajo con cualquier excusa, tiene que ser lo suficientemente importante para justificar tu ausencia, pero no tanto que haga que todos tus compañeros se preocupen.

Es decir, que si no dispones de días de asuntos propios por convenio, se necesita combinar la inventiva con la credibilidad y, además, se han de tener en cuenta ciertas recomendaciones de los 'expertos' en el tema: los lunes y viernes son los días menos apropiados para querer quedarse en casa porque son muy 'cantosos'; a lo largo del día, es mejor no subir fotos a las redes sociales, cuanto más discreto, mejor; si vas a salir de casa, mejor no pasar por donde creas que hay posibilidades de encontrarte a gente del trabajo; además, no es mala idea contestar a algún email durante la mañana para que parezca que te sientes mal por no haber podido ir a trabajar. Una vez dicho esto, estas son las excusas más usadas para cogerse un día libre porque sí, porque te lo has 'ganado'.

Excusas de enfermedad

"Anoche cené comida china y llevo toda la noche en el baño" o "me he levantado con mucha fiebre, me quedo en la cama y mañana seguro que estoy mejor" son algunas de las más socorridas. De hecho, en la situación actual de pandemia es realmente aconsejable que te quedes en casa si tienes fiebre (y así te lo hará saber tu jefe en el 99% de los casos). De ti depende si moralmente no te supone un problema moral utilizar esta excusa cuando hay casos realmente graves en toda España.

Excusas de mala suerte

"Han intentado robarme en casa y me han roto la cerradura. El cerrajero del seguro ha dicho que va a tardar" o "la puerta de mi garaje se ha quedado bloqueada a medio abrir y tengo que esperar a que vengan a arreglarla" son algunas de las más ocurrentes. Una avería en el coche o una nevada sin precedentes en tu casa son algunas variantes. Puede que tu jefe se pregunte cómo es posible que hayan cortado las carreteras en tu zona si en la oficina han caído cuatro copos... En cualquier caso, con el auge del teletrabajo, estas excusas ya no son tan efectivas como antes, pues es probable que puedas seguir trabajando desde casa mientras esperas a que se te solucione el problema.

Excusas de echarle la culpa a otra persona

"Mi tío/madre/abuelo/familiar muy cercano ha muerto". O, algo menos drástica: "Un familiar cercano de otra provincia está enfermo y tengo que llevar a mi madre a cuidarle". Son algunas de las excusas más utilizadas. El problema es que incluso los expertos en fingir la muerte de un familiar pueden cometer el error de 'matar' y 'resucitar' a su abuela varias veces a lo largo de un año. Por eso, recomiendan otras excusas menos aparatosas como "mi hijo está enfermo" o "mi hijo me ha contagiado piojos". Aunque siempre hay quienes no pueden evitar darle un poco de espectacularidad al asunto con excusas como "a mi vecino le ha explotado la tubería y me ha inundado la casa, ya he llamado al técnico y va a llegar a lo largo de la mañana".

Excusas de echarle la culpa a tu mascota

"Se me ha muerto mi gato y no sé qué tengo que hacer, voy al veterinario" o "mi perro ha pasado la noche enfermo y tengo que llevarlo al veterinario" también son algunas de las excusas más utilizadas. La ventaja de echarle la culpa a tu mascota es que tu gato o perro no te lo recriminará jamás. Sin embargo, hoy en día no todas las empresas son comprensivas con los asuntos relacionados con mascotas: puede que tu jefe no se lo tome tan en serio como en el caso de un humano y la excusa no tenga ningún efecto. Además, con el teletrabajo es probable que te concedan un rato libre, pero que te exijan seguir trabajando desde casa después de ir al veterinario. Al fin y al cabo, en la actualidad no existen permisos por enfermedad o muerte de un animal.

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