Planificación y costumbre

El método de Bill Gates para maximizar la concentración y rendir al máximo

Quienes quieren poder trabajar en una sola cosa a la vez sin sentir la necesidad de revisar constantemente el móvil pueden inspirarse en figuras mediáticas que predican las bondades del "deep work".

Bill Gates
Bill Gates.
Europa Press

Hoy en día, las pantallas tienen el monopolio de nuestra atención, especialmente en los ámbitos profesional y del ocio, ya que una gran parte de la población depende de sus herramientas electrónicas para trabajar, pero son las mismas que usan para ver películas, jugar en juegos o interactuar con otras personas a través de redes sociales y aplicaciones. El lado negativo es que nuestra capacidad de atención disminuye por estar siempre pendientes de las diversas herramientas digitales que la dividen e interrumpen los procesos de concentración con notificaciones.

En este sentido, las personas que quieren poder trabajar en una sola cosa a la vez sin sentir la necesidad de revisar constantemente el móvil o querer ver una serie en vez de aplicarse pueden inspirarse en figuras mediáticas que han predicado las bondades de lo que se conoce como "deep work" o "trabajo profundo". 

El fundador de Microsoft, Bill Gates, ha hablado en ocasiones de este método, que él usa personalmente para enfocarse en las tareas pendientes. Esta envidiable capacidad de poner de lado las cosas superfluas o poco importantes es una tarea sencilla de entender, pero un poco más complicada de poner en práctica de forma habitual, así que lo mejor en este es intentarlo de forma regular hasta que se vuelva una costumbre.

Paso por paso, según Bill Gates

El método empieza con el control de las fuentes de distracción, como lo pueden ser el correo electrónico, las redes sociales y otras herramientas en el plano digital que no tienen que ver con el trabajo que queremos hacer, así como otras cosas como libros. Para esto, lo mejor es ordenar el espacio en el que nos dedicaremos a nuestra tarea, quitando todo lo que no nos ayudará.

El siguiente paso es hacer lo que se llama "time blocking", es decir, asignar horas específicas para avanzar en los diferentes objetivos que queremos lograr. También es importante mantener un horario flexible y saber cuándo descansar.

Un detalle importante es saber que no podremos hacer ocho horas de trabajo profundo, sino que debemos hacer espacio para el "trabajo superficial" después de tres o cuatro horas de aplicación intensa. Si nos acostumbramos a la falta de estímulos potentes y continuos, podremos ser más efectivos y hacer más en menos tiempo. 

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