¿Vacaciones ilimitadas? Solamente la mención de estas dos palabras parece un sueño. Pero, ¿es posible implementar un sistema de estas características en una empresa? Al parecer en Netflix, sí. O, por lo menos, eso parece según su política de empresa.
También es cierto que hay que matizar que esta política de vacaciones ilimitadas también es conocida en el entorno de la empresa como no-vacaciones. ¿A qué se refiere, entonces, esta política? Según el reciente ex CEO y cofundador de Netflix, Reed Hastings, todo este sistema se basa en la libertad de organización y la flexibilidad de la que disfrutan los trabajadores. Entremos más en detalle para entender cómo funciona.
Básicamente, esta política se refiere a que los empleados puedan decidir por sí mismos cuándo trabajar y cuándo tomar descansos. Esta teoría, que parece impecable en un primer vistazo, es un arma de doble filo. Por un lado, la libertad y la flexibilidad de este método de vacaciones facilitan mucho la conciliación y ayudarían a evitar el burn-out y el estrés laboral. Por otro lado, la realidad podría ser muy distinta, ya que al final los empleados acabarían trabajando mucho más por miedo a perder su empleo.
El antiguo CEO de Netflix, Reed Hastings, explica que hasta el 2003 Netflix operaba como cualquier empresa más, gestionando los días de vacaciones y los horarios de trabajo de sus empleados. Sin embargo, Hastings se dio cuenta de que muchas de las innovaciones y las mejoras más importantes de la empresa sucedían después de que la gente volvía de vacaciones.
"El tiempo libre proporciona una relajación que permite pensar creativamente y ver tu trabajo bajo una luz diferente", puntualiza Hastings. "Si está trabajando todo el tiempo, no se tiene la perspectiva para ver un problema con otro enfoque". Así es como explica el punto de partida de esta política de no-vacaciones.
Potenciales consecuencias negativas de esta política
Este método se basa en un razonamiento muy sencillo. Si no se hace un seguimiento de las horas que trabajamos, por ejemplo, el fin de semana o fuera de nuestro horario laboral, ¿por qué se deberían controlar los periodos libres o de vacaciones?. "Nunca he prestado atención a la cantidad de horas que trabaja la gente. ¿Por qué debería importarme si un empleado trabaja 50 semanas al año o 48 semanas al año?", se pregunta Hastings.
El planteamiento inicial era positivo, pero la implementación de esta política podía traer consigo dos consecuencias nefastas que, efectivamente sucedieron al inicio. La primera es que los trabajadores cogieran vacaciones en fechas señaladas, como los cierres de cuentas trimestrales. La segunda, que los empleados no cogieran vacaciones por miedo y acabaran aún más quemados.
La clave para superar estas dos dificultades fue mantener una comunicación directa con los trabajadores, explicándoles cómo y cuándo aplicar esta política, y confiar en que, al darles libertad y confiar en ellos, estos se comportarían de forma responsable.
Beneficios de una política de vacaciones ilimitadas
Cuando se hace bien, una política de vacaciones ilimitadas puede empoderar y aumentar la satisfacción de los empleados, además de ser una buena herramienta de reclutamiento y atracción de talento. También reduce la burocracia y los costos administrativos.
Lo mejor de eliminar las restricciones sobre el tiempo de vacaciones, no obstante, es el mensaje "emocionalmente inteligente" que envía a los trabajadores. "Se les transmite que confiamos en que harán lo correcto, lo que a su vez los alienta a comportarse de manera responsable", apunta Hastings. Gracias a esta política, en Netflix se consiguió que los empleados tuvieran más control sobre sus vidas, más conciliación laboral y un sentimiento de libertad mucho mayor.
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