Desde que llegó a España en 1988, Kit Kat se ha convertido en un auténtico éxito de ventas. Su popularidad, basada en haber sido una de las primeras barritas de chocolate concebidas para 'picotear' en el trabajo y en su universalmente reconocible eslógan ("tómate un respiro, tómate un Kit Kat"), no ha hecho más que crecer y, de hecho, según los cálculos de Nestlé, en España se consumen tres Kit Kat por segundo. Pero si en nuestro país es uno de los productos de chocolate más demandados, en Reino Unido (donde se creó en 1935) es objeto de auténtica devoción. Y Nestlé confía tanto en los consumidores que ha decidido lanzar una edición 'premium' personalizables con 1.500 sabores a un precio casi prohibitivo: hasta 14 libras (16 euros) por cada pack de barritas de chocolate.
Las comparaciones pueden ser odiosas, pero para entender la dimensión del precio que Nestlé plantea es de hasta 4 euros por cada barrita. Dicho de otro modo, el kilo de Kit Kat saldría a aproximadamente 87,50 euros, más caro que buena parte de los productos gourmet que se pueden encontrar en un mercado. Sin embargo, el plan de la compañía es que la gama Chocolatory KitKat sea uno de los productos estrella de estas Navidades. Y eso que la 'gama baja' no es precisamente barata: el precio mínimo por cada paquete, dependiendo de los ingredientes escogidos, es de 9 euros, lo que supondría casi 50 euros el kilo.
Las exclusivas barritas de Kit Kat se pueden adquirir por internet y pueden personalizarse con casi 1.500 combinaciones de sabores, tal y como apunta este artículo de 'The Guardian'. Entre las opciones de ingredientes se incluyen pétalos de rosa o semillas de cacao e incluso existe la opción de cubrir las barras con chocolate rubí, el chocolate rosa que se ha puesto de moda en los últimos años. También se han producido sabores de 'edición limitada', una línea sorprendente que incluye entre otros mermelada, té aromatizado con bergamota o whisky y jengibre.
Así lo explica Cheryl Allen, al frente de KitKat en Reino Unido: "KitKat se lanzó en la década de 1930 y una de las razones por las que ha aguantado durante tanto tiempo es porque ha podido evolucionar. Estos son chocolates artesanales de lujo y creo que sorprenderá positivamente a la gente". Sin embargo, es consciente de que su nuevo producto no es para todo el mundo. "Tenemos muy claro que la mayor parte de nuestro negocio [de chocolate] sigue en la línea de negocio principal. Este es un producto diferenciado y 'premium' hecho a demanda".
La experiencia de Japón
Pero, a pesar de que pueda parecer novedoso, Nestlé ha tomado prestado el concepto de Chocolatory de Japón, donde ya hay abiertas boutiques KitKat con ese nombre. De hecho, la etiqueta de artículo de lujo la han tomado prestada del país nipón: lo que es un producto popular y barato (suele valer un euro) en Reino Unido es una galleta diferente en Japón, donde mantiene una imagen de lujo. Eso sí, dada la tendencia a experimentar en el país asiático, en los últimos 20 años se han desarrollado más de 300 sabores, incluidos el de sake (la bebida alcohólica típica de Japón) o de wasabi (la salsa picante que se suele tomar con sushi o maki).
El precio también está influenciado por la experiencia en Japón: allí, lo normal es que se vendan los paquetes de barritas por aproximadamente 7 euros, demostrando que la gente ha aceptado ese valor para el Kit Kat y que está dispuesta a pagarlo. Por eso, teniendo en cuenta lo bien que funciona el producto en el mercado japonés, Nestlé ha decidido copiar la estrategia, aunque en esta ocasión le haya puesto un precio bastante más caro en Reino Unido. De momento, no hay planes para trasladar esta idea a España.
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