Los 5 grandes fallos de un emprendedor con los que tú no deberías tropezar

Emprendedor Nec Otium
Emprendedor Nec Otium
Pixabay

Tienes una gran idea que lucha por materializarse. Sabes que el mundo se rendirá ante tu puerta y clamará por ese producto que quieres ofrecer. Tu entusiasmo es arrollador y tu entorno te grita que tienes madera de emprendedor... pero has oído las historias de otros valientes que, como tú, emprendieron desde la nada sin llegar a alcanzar el éxito que esperaban.

Lo de 'caminar sobre hombros de gigantes' es un mantra que casa a la perfección con el mundo de los negocios. Por eso, si estás preparado para lanzarte a la actividad empresarial, merece la pena 'bucear' en las historias de otros empresarios y aprender de sus experiencias. Un informe de 'Business Insider' recopiló las declaraciones de directivos a los que preguntaron por las mayores 'piedras' con las que habían tropezado. Sus historias reflejan que existen nueve grandes fallos que la mayoría de los emprendedores cometen cuando materializan sus ideas en proyectos concretos.

Algunos estudios aseguran que los errores en los que reinciden hombres y mujeres son algo diferentes. Según el último informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) sobre Emprendimiento Femenino en España, las mujeres confían menos en sus capacidades que los hombres y hasta un 35% no se siente capaz de iniciar un proyecto empresarial. Cuando se habla de las emprendedoras, el 10% de las encuestadas por el GEM dirigían sus negocios de forma individual y no tenían intención de contratar más empleados.  No obstante y a pesar de ciertas divergencias, existen nueve errores que afectan por igual a hombres y mujeres.

Gastar mucho antes de tiempo

Es normal pensar a lo grande cuando se inicia un proyecto, no obstante, muebles caros, más personal del necesario o grandes florituras de publicidad pueden 'engullir' la economía de un negocio incipiente. Por eso, ten en cuenta que el que extiende los cheques al final de mes eres tú y no pierdas de vista el 'menos es más' a la hora de estirar el presupuesto.

Descuidar la asistencia legal

Contar con respaldo y asesoramiento legal de confianza es una de las mayores bondades que cualquier emprendedor puede ofrecer a su proyecto. No obstante, muchos lo descuidan. Empezar a trabajar de forma apresurada sin prestar atención a las cuestiones jurídicas puede desembocar en el principio del caos.

No avanzar cuando se da la oportunidad

El emprendedor no debe tener miedo a variar su 'hoja de ruta' si el mercado lo demanda, solo así podrá asegurar que la idea con la que inició el proyecto siga encontrando un hueco en la demanda de los consumidores. Por eso, nunca hay que 'bajar la guardia' ni tener miedo a saltar más allá de los límites de la zona de confort.

Enamorarse de tu idea... más que los clientes

"A menudo, los fundadores de una empresa se enamoran de sus ideas sin haber trabajado lo suficiente en descubrir de qué están enamorados sus clientes", asegura Adam Mendler, empresario y CEO de Veloz Group.

Que la admiración por tu proyecto no te ciegue, podría ser la idea que se extrae de la enseñanza de Mendler. Involucrarse emocionalmente por encima de lo que dicta tu razón (y las cifras de resultados) conlleva ignorar  las advertencia de que tu marca está perdiendo fuelle.

Hacer 'oídos sordos' a los competidores

La competencia puede librarte de una buena carga de trabajo y facilitar el éxito de tu proyecto... aunque suene contradictorio. Los pasos que dan las empresas que compiten en tu misma liga ayudan a sopesar el mercado sin que tú, como empresario, tengas que mover un dedo. Es decir, tus competidores se enfrentan a los mismos obstáculos que tú, repite sus aciertos y evita sus errores.

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