Inseguridad laboral

Por qué uno de cada tres trabajadores españoles teme perder su empleo en 2020

Casi la mitad de los funcionarios teme perder su puesto de trabajo, según un estudio
Casi la mitad de los funcionarios teme perder su puesto de trabajo, según un estudio

Solo un 66% de los españoles confía en mantener su empleo, según un reciente informe publicado por Randstad, del que se extrae que es el tercer país más pesimista tras Italia (61%) y Reino Unido (65%), quedando muy lejos de la media europea (73%). Entre las razones, no solo influyen las altas cifras de desempleo, sino también el miedo ante la irrupción de las nuevas tecnologías en los entornos laborales, ya que la automatización podría acabar con hasta un 47% de los empleos actuales de aquí a 20 años. Es más, según el informe 'Los trabajadores españoles ante la automatización', en el que participó la UOC en 2019, uno de cada cinco trabajadores está muy preocupado porque las máquinas o el software puedan hacer innecesario su trabajo o poner en riesgo su futuro en su empresa de aquí a diez años.

La automatización del empleo es, por tanto, la primera causa de inseguridad laboral entre los trabajadores españoles, tal y como apunta la UOC. De hecho, Beatriz Sora, profesora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, explica que no es la única causa: "Los estudios demuestran, efectivamente, la existencia de un clima de inseguridad laboral en España provocado por las altas tasas de desempleo, después de la crisis que hemos sufrido. Tampoco ayuda la precariedad de muchos contratos temporales, especialmente entre la población más joven".

Las mujeres tienen más miedo a perder el trabajo

Las mujeres (63%) son menos optimistas que los hombres (70%), una tendencia que se ha revertido en los últimos años, según el informe de Randstad, que destaca que la confianza de las trabajadoras por conservar su empleo ha caído siete décimas, mientras que la de los hombres solo una. "Las mujeres sufren una mayor precariedad, según los datos de Eurostat, con una mayor tasa de empleos temporales o parciales, también ocupan trabajos menos protegidos o sin convenio, y menos puestos de decisión", añade la profesora de la UOC.

Se produce, además, una paradoja, según Sora: "Aunque son las mujeres quienes sufren un mayor grado de inseguridad laboral, algunos estudios comienzan a mostrar que son los hombres los que experimentan unos efectos más nocivos ante ella. Ciertas investigaciones señalan que quizá sea por la distribución tradicional de los roles dentro de la familia que determinan la identidad de hombres y mujeres. Tradicionalmente el hombre solía ser quien proveía, mientras que la mujer se dedicaba a los cuidados, y por eso ellos reaccionan de forma más negativa al sentir que no cumplen con su papel. Pero es un tema que aún no está claro y existen distintas teorías al respecto".

Problemas de salud, estrés, ansiedad, insomnio…

¿Y cuáles son las consecuencias de la inseguridad laboral? Una gama muy amplia de efectos negativos, tal y como explica Eva Rimbau, profesora de los Estudios de Economía y Empresa de la UOC y experta en recursos humanos: "Empeora el bienestar personal y laboral, tanto el mental como el físico. Puede producirse, además, una disminución de la autoestima y desbordar a la persona que lo sufre y, en consecuencia, afectar también a su entorno y generar problemas familiares". Además, las profesoras de la UOC también advierten de las consecuencias que los procesos de estrés tienen en las personas, y vivir en un clima continuado de inseguridad laboral produce en muchos casos insomnio, ansiedad, bajada de las defensas, dolores de cabeza y cansancio excesivo, entre otros.

En este sentido, entre los efectos demostrados sobre la salud, se sabe que aumenta un 19 % el riesgo de sufrir diabetes, según puso de manifiesto un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Bristol y la University College London que analizaron datos de 140.000 adultos. Otros estudios han relacionado la pérdida del empleo con el infarto y han demostrado cómo aumenta el riesgo de padecer esta enfermedad a medida que más veces se enfrenta el trabajador a una situación tan estresante como el despido.

Mostrar comentarios