Derechos laborales

¿Existe un período máximo de prueba si empiezas a trabajar en una empresa?

El Estatuto de los Trabajadores señala que no es obligatorio imponer un tiempo para la adaptación de un nuevo empleado, pero ¿existe un límite cuando se añade esta cláusula?

Mujer en el trabajo, oficina
¿Existe un período máximo de prueba si empiezas a trabajar en una empresa?
Pixabay

La mayoría de los españoles ha pasado por un período de prueba alguna vez. No se trata de una cláusula en el contrato que cuestione sistemáticamente el potencial rendimiento del trabajador por parte de la empresa, sino de un mecanismo legal que permite a ambas partes resolver el vínculo laboral en los primeros meses. Especialmente, porque aterrizar en un nuevo trabajo casi nunca suele ser llegar y besar el santo: por mucha preparación o experiencia que se cuente para el puesto, cada empresa es un mundo y la forma de trabajar que servía para el empleo anterior quizás no sea efectiva para el siguiente; o al revés, tal vez la empresa que se vendía como un lugar ideal para trabajar, no lo sea tanto... Y  conviene tener herramientas para poder marcharse lo antes posible.

En este sentido, ¿es obligatorio imponer un período de prueba en un contrato? No, tal y como explica Antonio Martínez del Hoyo Clemente, abogado Of Counsel del área de Laboral de AGM Abogados: "En el Estatuto de los Trabajadores se establece como una 'posibilidad'; y, de tal forma, se señala que 'podrá concertarse por escrito un período de prueba...'". Es decir, que no existe ninguna obligación legal de incluirlo en un contrato de trabajo, incluso cuando haya empresas que lo esgrimen como necesario para la firma, sobre todo si se trata de compañías con alta rotación que desean evitar tener a empleados con mucha antigüedad.

¿Y qué pasa con aquellas empresas que sí lo incluyen? ¿Existe un período máximo de prueba si empiezas a trabajar en una empresa? En cuanto a la duración, el mismo Estatuto de los Trabajadores señala, como norma general, que los tiempos de los períodos de prueba serán "los que se establezcan en los convenios colectivos". Sin embargo, si el convenio en cuestión no establece ninguna previsión, ese período de prueba "no podrá exceder de seis meses para los técnicos titulados, ni de dos meses para los demás trabajadores. En las empresas de menos de 25 trabajadores no podrá exceder de tres meses para los trabajadores que no sean técnicos titulados".

La adaptación a la empresa dura hasta 24 meses

Es decir, que el período máximo de prueba en España es de seis meses, y solo en ciertos casos. Sin embargo, se trata de un tiempo meramente orientativo, pues no siempre se corresponde con el que se requiere para la adaptación a una nueva empresa, a veces de días, y otras, de años. Quizás por eso, cada vez más compañías incluyen un período de formación de varias semanas para suavizar el aterrizaje de su nuevo empleado. Porque reducir el tiempo de adaptación suele traducirse en una menor tasa de abandono o despido tempranos, así como un menor tiempo necesario para alcanzar el pico de productividad deseado por la compañía. Eso sí, de media, se tarda seis meses en llegar a él.

Evidentemente, la regla de los seis meses no es perfecta: hay quien precisa de más tiempo y quien a las pocas semanas ya es productivo. Sin embargo, cuando las empresas incluyen un período de prueba a la hora de contratar a un nuevo empleado, de entre tres y seis meses por lo general en contrataciones indefinidas, lo hacen precisamente porque son conscientes de que la adaptación al nuevo proyecto, la cultura corporativa o la mecánica de trabajo no siempre es inmediata. Es decir, que las empresas dan por hecho que esos primeros meses de un empleado suelen ser 'a fondo perdido'; una inversión a medio/largo plazo que requiere de paciencia.

En este sentido, la adaptación profunda de un empleado requiere de mucho más tiempo: en total, los primeros dos años en una compañía suelen ser críticos, según los expertos. Aunque a los seis meses ya se espera que el empleado alcance el punto óptimo de productividad esperado, no es hasta los 18 meses cuando éste se suele sentir integrado en la cultura de la empresa y, a partir de los 24 meses, es cuando un empleado conoce a fondo la estrategia empresarial. Por eso, independientemente del período de prueba impuesto, la tasa de abandono o despido en esos primeros dos años es relativamente alta, especialmente entre las empresas con un modelo que asume una elevada tasa de rotación en su plantilla.

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