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Teletrabajo contra el maltrato: el plan de la Xunta para formar a su plantilla

La crisis sanitaria parece haber sepultado otros problemas sociales como la violencia de género, por lo que la atención en remoto se ha vuelto indispensable.

Mujer en teletrabajo.
Teletrabajo contra el maltrato: el plan de la Xunta para formar a su plantilla.
Pixabay

La crisis del coronavirus parece haber sepultado otras cuestiones sanitarias a un segundo plano: las citas con el especialista llevan meses posponiéndose en las comunidades autónomas más saturadas, mientras que las urgencias están reservadas para pacientes de Covid-19. No es de extrañar que otros problemas sociales como la violencia de género haya desaparecido prácticamente del mapa de prioridades, a pesar de que el maltrato puede verse reforzado por el un aumento del tiempo de convivencia entre agresor y víctima, tal y como denuncian desde marzo diversas asociaciones . En este contexto, la atención en remoto se ha vuelto indispensable y, por ello, algunas instituciones como la Xunta de Galicia han empezado a formar a sus trabajadores sociales específicamente en teletrabajo para poder seguir atendiendo a las víctimas.

En realidad, es parte de una iniciativa más global con la que la Xunta pretende apostar por el teletrabajo en los Centros de Información a la Mujer (CIM) repartidos por toda Galicia. Bajo el título de 'Teletrabajo y eficiencia: contra los mitos del empleo remoto', el programa formativo está dirigido a las profesionales que trabajan en estos centros, con el objeto de aportarles nuevos instrumentos para atender las necesidades de las mujeres. Y, aunque las víctimas de violencia de género son una prioridad, también se centra en otras cuestiones como la inclusión laboral u otras circunstancias que demandan de su intervención, tal y como apunta el gobierno regional.

El curso, que se celebra en línea y está dirigido por David Blay Tapia, formador y consultor de empresas en teletrabajo, aborda cuestiones relacionadas estrechamente con el trabajo en remoto, tales como la flexibilidad horaria o socialización fuera de la oficina. Trata de desmontar, además, algunos de los mitos que rodean esta modalidad profesional: la gestión de equipos en remoto, el trabajo por objetivos, las reuniones efectivas y el uso práctico de herramientas como WebEx, Microsoft Teams, Skype Reunión o Zoom, entre otras, completan una formación estructurada en dos sesiones de tres horas cada una.

El problema de convivir 24 horas con el agresor

La Secretaría General de la Igualdad, integrada Consellería de Empleo e Igualdad, elabora los planes de formación en función de las necesidades que cada año. Además del teletrabajo, el programa de 2020 incluye sesiones sobre técnicas de autocuidado para prevenir y atajar el síndrome de Burnout, las repercusiones del Ingreso Mínimo Vital para las mujeres perceptoras de otras ayudas o las herramientas jurídicas en materia de extranjería para asesorar a mujeres inmigrantes. Pero la atención a las víctimas de violencia de género es uno de los puntos clave. "Precisamente, hemos hablado de cómo instruirles en tecnología de base para poder comunicarse en los casos donde conviven con el agresor y apenas encuentran posibilidad de comunicación", explica Blay. 

"Hemos buscado una triple formación con esta iniciativa, por otra parte pionera en el sector público: primero, romper los mitos negativos sobre el teletrabajo, ya que el ejercido durante el confinamiento fue impuesto a una mayoría de personas que ni sabían cómo realizarlo ni tenían los medios adecuados para ello; segundo, convencer de la necesidad de compaginar presencialidad y remoto para optimizar el tiempo por ejemplo en trámites burocráticos que pueden perfectamente realizarse en casa; y, en tercer lugar, para otorgar nuevas armas digitales que permitan aconsejar a mujeres de especial vulnerabilidad sobre cómo comunicarse con la administración para recibir ayuda en circunstancias excepcionales como la pandemia".

Galicia cuenta actualmente con 82 centros de información a las mujeres que durante la pandemia continuaron funcionando prestando atención por vía telefónica y telemática y también presencial en los casos de mayor gravedad. Desarrollan acciones de carácter preventivo y de sensibilización y sirven como recurso facilitador de información, orientación, derivación y seguimiento a todas las mujeres, especialmente a las que sufren violencia de género. Asisten a todas las mujeres que lo demanden así como a cualquier otra persona en asuntos relacionados con la promoción social de la igualdad de género. En el primer semestre de este año atendieron un total 5.465 consultas. Fueron 779 más que en el mismo período del ejercicio anterior, según los datos de la Xunta.

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