Por qué la gente prefiere que le 'roben' el trabajo los robots y no otras personas

  • Un estudio apunta a que la mayoría de los empleados siente más miedo de perder su puesto actual por otro humano que por una máquina.
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La automatización -y la progresiva dependencia que tiene el sector empresarial de la robótica y la inteligencia artificial- hace inevitable que millones de puestos de trabajo en todo el mundo estén peligro en los próximos años. Por ejemplo, en España, uno de cada 10 empleos actuales estarán ocupados por robots en la próxima década. Por eso, la exposición al riesgo de la automatización de tu puesto de trabajo empeora la salud, tal y como señala una reciente investigación publicada en 'Social Science and Medicine': un mayor riesgo de automatización implica una mayor incertidumbre laboral y, por consiguiente, una mayor probabilidad de tener problemas de salud física y mental.

Pero de todos los estudios realizados últimamente sobre los peligros de la automatización para los empleados (humanos), quizás el más sorprendente es uno que acaba de ser publicado en 'Nature Human Behavior', en el que casi 2.000 participantes de EEUU y Europa describen sus temores al respecto. Y, aunque la mayoría de las personas prefieren ser reemplazados por humanos, la mayoría de los encuestados explica que si su trabajo estuviera en riesgo, les resultaría menos molesto que se lo dieran a un robot que a otro empleado.

Tal y como explica este artículo de 'Research Digest', en una serie de estudios, Armin Granulo de la Universidad Técnica de Munich y sus colegas pidieron a los participantes que imaginaran un escenario en el que una empresa reemplazaría a sus empleados con personal nuevo o con robots. Cuando los participantes imaginaron que solo eran observadores, el 67% aseguraba que preferiría que el personal fuera reemplazado por otros humanos. Pero cuando se imaginaron que eran un miembro del personal, solo el 40% dijo que preferiría ser reemplazado por un humano en lugar de un robot.

En otro estudio posterior, el equipo de investigadores midió las reacciones emocionales negativas de los participantes: cuán tristes, frustrados o enfadados se sentían por el hecho de que el personal fuera reemplazado por humanos o por robots. Los resultados confirmaron el estudio preliminar: el reemplazo por un robot producía una reacción más negativa cuando los participantes imaginaban trabajos hipotéticos, mientras que cuando se trataba de su propio trabajo el resultado era el contrario.

Para entender esta aparente contradicción, los investigadores concluyen que a nivel psicológico nuestros trabajos están estrechamente relacionados con nuestros sentimientos de autoestima e identidad. Y, en este sentido, los robots representan una amenaza mucho menor para nosotros que los humanos, que tienen un mayor impacto en cómo nos sentimos con nosotros mismos, nuestro talento y nuestra valía en el ámbito profesional.

Uno de los coautores de la investigación, Christoph Fuchs, explica que los resultados muestran lo mucho que conciben las personas su vida laboral en un contexto social, incluso cuando la introducción de nuevas tecnologías genera desempleo. Por eso, defiende que "es importante comprender estos efectos psicológicos cuando se trata de gestionar los cambios masivos en el mundo laboral para minimizar las interrupciones en la sociedad".

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