Por qué todos deberíamos dejar de trabajar a las tres... de la tarde

  • La gran mayoría de nosotros experimentamos una caída en los niveles de energía al final del día y no tiene sentido permanecer en la oficina.
No tiene sentido aguantar en la oficina pasado un tiempo. / Pexels
No tiene sentido aguantar en la oficina pasado un tiempo. / Pexels

Reducir la jornada laboral podría ser la solución para un mayor rendimiento en el puesto de trabajo. Salir de trabajar a las tres de la tarde parece lo adecuado. El resto del tiempo empleado a partir de esta hora, está desaprovechado.

No es la primera vez que se habla sobre este asunto, cantidad de estudios analizan esta situación, que han ido demostrando que un gran porcentaje de la jornada laboral que desempeñamos está desperdiciada. Que nuestras mentes rinden menos (no más de cuatro hora según una investigación) y que nuestros cuerpos reducen su potencia, depende de a qué horas se trabaje. Las tardes son duras para los trabajadores, que acaban rindiendo al 50 %.

Un estudio reciente encontró que casi la mitad de los empleados podrían hacer su trabajo en cinco horas o menos. Es una realidad, todos podemos hacer nuestro trabajo en menos tiempo. De hecho es algo que queremos y deseamos. Este año, según un estudio de Randstad publicado a inicios de septiembre, ha vuelto a subir el número de trabajadores en España que quiere reducir su jornada laboral por séptimo año consecutivo. En concreto, son 727.100 los trabajadores que quieren trabajar menos horas según la Encuesta de Población Activa.

Entre 2015 y 2016 se experimentó en Gotemburgo con la reducción de la jornada de ocho horas a seis. Se realizó en un grupo de enfermeras y el resultado fue más que positivo de cara al grupo de estudio "Estaban menos cansados, menos enfermos, tenían más energía al llegar a su casa y más tiempo para realizar actividades", explicaba el año pasado Lorentzon, uno de los directores del estudio. Aunque las arcas nacionales sufrieron lo suyo, como parte negativa de este estudio. 

Jessica Stillman, escritora freelance especializada en futuro laboral, realiza en Inc. un análisis sobre esta necesidad de trabajar menos horas para el ser humano. Para esto se apoya en las declaraciones del autor de bestsellers Adam Grant que ofreció una respuesta estimulante a una pregunta que encabezaba un artículo de The Atlantic  el que detalla cómo termina el día escolar dos horas antes que la jornada laboral, creando una constante pelea entre los padres para encontrar el cuidado para los niños durante esas horas.

Grant comentó en LinkedIn: “Es una locura que el día escolar termine dos horas antes del día laboral. Pero en lugar de alargar los días de clases, reduzcamos los días de trabajo: deberían terminar a las 3 p.m. Podemos ser tan productivos y creativos en seis horas enfocadas como en ocho horas fuera de foco”.

Las madres y padres se beneficiarían especialmente de este tipo de jornada. / Pixabay
Las madres y padres se beneficiarían especialmente de este tipo de jornada. / Pixabay

Las razones por las que se debería instaurar este tipo de jornada

Como venimos diciendo, esta propuesta de Adam Grant está basada en los diferentes estudios que aseguran que la jornada de la tarde no es tan fructífera. La concentración y el rendimiento menguan después de las 15:00. Pero las razones son muchas y bastantes de ellas están ligadas a la felicidad y el desempeño personal de los trabajadores.

A los padres con jornada extraoficial, fuera del cuidado de los niños, les vendría muy bien. No depender de nadie ajeno ni de favores para recoger a tu progenie justo a la salida del trabajo y poder dedicarle todo el tiempo necesario el resto del día.

“Otra razón seria que la gran mayoría de nosotros experimentamos una caída en los niveles de energía al final del día, justo en el momento en que Grant sugiere que todos debemos dejar de trabajar. Una investigación muestra que efectivamente somos un 20 por ciento más estúpidos por la tarde”, apunta Stillman en su artículo. La investigación a la que se refiere es When el reciente libro publicado por Daniel Pink.

Estas horas están muy lejos de ser las más productivas. Quitarlas del calendario de trabajo nos daría la mayor explosión, en términos de una mejor calidad de vida, a costa de una productividad más aprovechada y menos pérdidas en horas improductivas.

Por último, “salir temprano también liberaría tiempo para todo tipo de pasatiempos: lectura, ejercicio y conexión social. Hay una serie de estudios que demuestran que no solo somos más felices y más flexibles sino que también somos más productivos cuando cerramos nuestros escritorios”, concluye Stillman.

Ya sólo queda que los jefes se hagan sensibles a estas informaciones, a la productividad que se descompone con el paso del día y a esa felicidad que supone tener una par de horas más libres al día.

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