El empresario estadounidense Jeff Bezos es uno de los hombres más populares del mundo económico. Su éxito con la compañía Amazon le ha supuesto una fortuna que asciende hasta los 171 mil millones de dólares (155,90 mil millones de euros), lo que le sitúa en el segundo puesto en la lista de personas más ricas del mundo este 2022, según la revista Forbes.
Sin embargo, el magnate estuvo a punto de no conseguir este triunfo empresarial. Antes de fundar el negocio de comercio electrónico, Bezos trabajaba como vicepresidente en un fondo de cobertura incipiente. Poco antes de lanzar Amazon en 1994, el multimillonario se reunió con su jefe de ese momento para transmitirle sus intenciones dejar la empresa. Ante este anuncio, el director le propuso dar un paseo por Central Park. Un recorrido de varias horas que fue decisivo para el futuro de Bezos.
La pregunta que lo cambió todo
En una entrevista en el año 2008, el empresario explicó que su antiguo jefe le advirtió de las consecuencias que podría suponer para él dejar su puesto de trabajo. "Pero parece que sería una mejor idea para alguien que aún no tiene un buen trabajo", le aconsejó. Tras la conversación, ambos pactaron reunirse en 48 horas para conocer la última decisión.
Durante estos dos días, el fundador de Amazon trató de dar con una fórmula que le ayudara a guiar su pensamiento, para asegurarse de que estaba tomando una buena decisión. Según ha detallado Inc, el magnate finalmente se decidió por uno que describe como el "marco de minimización del arrepentimiento". Aunque desde el medio se refieren a esta herramienta como 'la pregunta de oro'.
En qué consiste
El trabajo que realizó el empresario para saber si estaba tomando la decisión acertada consistía en hacer un viaje mental hasta verse con una edad de 80 años. En ese momento debía mirar hacia atrás, a lo largo de toda su vida, con el objetivo de identificar y minimizar sus arrepentimientos. "Sabía que cuando tuviera 80 años no me arrepentiría de haber probado esto", indicó el multimillonario.
Bezos quería ser partícipe de internet: "Sabía que lo único de lo que podría arrepentirme es de no haberlo intentado nunca y sabía que eso me perseguiría todos los días. Entonces, cuando lo pensé de esa manera, fue una decisión increíblemente fácil". La clave de la 'pregunta de oro' está en que cuando las personas la desarrollas, estás utilizando el cerebro como un todo, equilibrando el pensamiento racional y las emociones.
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