Minas de bitcoins: ¿Puede una moneda virtual tener un impacto ecológico real?

El rally del Bitcoin gracias a Libra, la criptomoneda de Facebook
El rally del Bitcoin gracias a Libra, la criptomoneda de Facebook
Pixabay

¿Puede un producto virtual provocar un desgaste real en nuestro medio ambiente? Un estudio de la Universidad Técnica de Múnich (TUM) ha demostrado que sí: el mercado del bitcoin emite tanto CO2 como los totales de las ciudades de Las Vegas, Viena o Hamburgo. Mientras las exigencias ecológicas para las grandes urbes son cada vez más estrictas, compañías como Facebook toman carrerilla para su salto al mundo de las criptomonedas, cuyo valor asciende imparable y ya supera los 12.000 dólares.

El informe presentado por la TUM asegura que el mecanismo de producción de la criptomoneda bitcoin deja una huella de carbono de entre 22 y 22,9 megatoneladas anuales. Sin caer en el alarmismo, el investigador Christian Stoll asegura que hay factores mucho más relevantes cuando se habla de cambio climático, pero advierten de que la 'minería' de bitcoins deja un rastro ecológico "lo suficientemente grande como para que valga la pena discutir la posibilidad de regular esta actividad en aquellas regiones donde la generación de energía es especialmente intensiva en carbono".

China es una de estas regiones: con una red de hasta 170.000 superordenadores conectados entre sí, la producción de bitcoins en el gigante asiático absorbe la misma energía en un solo día que la Comunidad de Madrid en treinta. Y es que la emisión de carbono no es el único precio que paga el medio ambiente al generar dinero virtual, el consumo de energía también es enorme. 

Los paraísos del bitcoin

La producción de criptomonedas requiere algunas condiciones, como el fácil acceso a la electricidad, las bajas temperaturas y la ausencia de humedad, que han hecho de lugares como China, Suecia o Islanda paraísos del 'minado'. La revalorización de los bitcoins en los últimos meses, ha hecho saltar las alarmas ya que el impacto de estos núcleos de dinero virtual podría ser mundial.

Durante años, China ha acaparado la mitad del consumo mundial de carbon y siendo este su principal fuente energética. En esta potencia asiática, la energía está subvencionada por el Estado, lo que ofrece un atractivo importante para los actores de un mercado de alto consumo como es el de las criptomonedas. Esta correlación supone un obstáculo para el cumplimiento de las exigencias medioambientales de la ONU e implica un paso atrás en la tendencia china a la reducción de las emisiones de CO2.

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