Utilizamos la gran mayoría de nuestra jornada de trabajo en acabar con todas las listas de tareas pendientes que tenemos abiertas, cumplir con nuestros objetivos, responder emails y entrar en reuniones interminables. Esto limita el poder dedicar tiempo a desarrollar habilidades y competencia nuevas que sean interesantes para el desarrollo de nuestro trabajo y nuestro puesto.
Ante un mundo laboral frenético y cambiante, Google presenta la llamada regla del 20%, que consiste en animar a los trabajadores a dediquen un 20% de su jornada laboral en aprender o mejorar habilidades que puedan aportar beneficios a la empresa. Los fundadores de Google, Sergey Brin y Larry Page, explican que este mecanismo empodera a los trabajadores para que sean "más creativos e innovadores".
¿Cómo se lleva acabo esta regla del 20%? Aunque ambos admiten que es mucho más fácil ver esta teoría sobre el papel que puesta en práctica, Dorie Clarkm, especialista en marketing y profesor en la Universidad de Duke, explica cómo debería proceder este método.
Identificar qué queremos aprender
La clave para aprender correctamente una nueva habilidad es centrarse en una sola. El dicho 'quien mucho abarca, poco aprieta', cobra aquí todo el sentido. Lo mejor es elegir algo sobre lo que aprender que verdaderamente nos interese y nos sirva para el día a día laboral.
Encontrar un beneficio
Hay que fijarse un beneficio mínimo para asegurarnos de que no vamos a perder el tiempo. Por ejemplo, la habilidad que escojamos aprender tiene que aportarnos algo tanto en nuestro puesto de trabajo como en nuestra experiencia profesional.
Disciplina y flexibilidad
Encontrar un equilibrio entre la disciplina y la flexibilidad será clave a la hora de aprender. No siempre podremos dedicarle el mismo tiempo ni las mismas horas del día al estudio.
Que sea divertido
Buscar el modo de hacer del aprendizaje un proceso divertido hará que nos sea mucho más fácil dedicarla el tiempo necesario. Escuchar podcast mientras caminados, compartir lo aprendido con los compañeros de trabajo y establecer debates... hay mil modos de convertir ese 20% del tiempo en algo divertido y distendido. Si lo vivimos como una imposición o algo aburrido nos será mucho más difícil generar adherencia y constancia.
Pensar en décadas
Hay que razonar como si el aprendizaje fuese una inversión. El camino puede ser largo y tortuoso, pero al final reportará beneficios tanto personales como laborales, solamente hace falta tener algo de paciencia. A la larga, invertir en nuestra propia formación acabará reportándonos más oportunidades, sobre todo laborales, en el futuro.
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