La revolucionaria tercera dimensión de la luz hará Internet 100 veces más rápido

  • Científicos españoles descubren acelerar o frenar la velocidad de rotación de un haz de luz, algo que podría cambiar por completo la red.
La revolucionaria tercera dimensión de la luz hará que Internet sea 100 veces más rápido
La revolucionaria tercera dimensión de la luz hará que Internet sea 100 veces más rápido
Pixabay

El salto del ADSL, a través del trenzado de hilos de cobre, a la fibra óptica supuso toda una revolución en la velocidad a la que podemos navegar en Internet. Con el 5G en ciernes, el siguiente gran salto tecnológico en lo que a conectividad se refiere podría sustentarse en lo que se denomina la 'tercera dimensión de la luz', una propiedad desarrollada hace tres décadas para la transmisión láser y cuyas aplicaciones potenciales suponen de por sí una revolución: desde la posibilidad de observar y manipular átomos, proteínas, moléculas y virus, hasta hacer que Internet sea 100 veces más rápido que en la actualidad.

Este optimismo se debe a todo un hito en la Física alcanzado esta misma semana por un equipo de investigadores, que han descubierto cómo controlar la velocidad de la luz en esa 'tercera dimensión'. Pero empecemos por el principio. Hasta hace unas décadas, se pensaba que la luz solo podía viajar en una única dirección y solo su contacto con otro objeto podía modificar su trayectoria. El caso más evidente es de un espejo, pero otros elementos como la tierra, el mar o la propia atmósfera modifican la fuente de luz más potente que conocemos: los rayos del sol. 

Sin embargo, todo cambió cuando se logró que los haces viajasen en una única dirección, pero describiendo órbitas concéntricas durante su avance. Para imaginarlo, podemos pensar en un muelle estirado en el que introducimos justo en medio un palo u objeto alargado (perfectamente recto), que sería el punto de atracción de los haces giratorios que avanzan en espiral. Es lo que representa la figura de abajo.

Haces de luz avanzando mientras giran de manera concéntrica
Haces de luz avanzando mientras giran de manera concéntrica. / Wikimedia

En la actualidad, los cables de fibra de óptica ya utilizan este tipo de luz láser para transmitir información de un punto a otro. La inigualable velocidad de la luz hace el resto, haciendo que Internet sea más rápido que otros sistemas de transmisión. Sin embargo, hasta ahora la información solo podía ser almacenada y transmitida a través del color de la luz y en función de si una onda de la luz es horizontal o vertical. Pero el descubrimiento del equipo de investigadores españoles de esta semana otorga un papel clave a esa tercera dimensión en el futuro de las telecomunicaciones.

La clave está en el control de la velocidad del haz de luz, ya que la información que transmite puede viajar a más velocidad que la actual. Hasta 100 veces, tal y como llevan años teorizando ingenieros y científicos. Aunque el descubrimiento de los investigadores españoles por ahora no tiene una aplicación práctica en el ámbito de las telecomunicaciones, lo cierto es este hallazgo podría elevar la velocidad actual de Internet (medida generalmente en megas o escasos gigas por segundo) hasta el siguiente nivel: los terabytes por segundo.

Esto implicaría que la información que se podría transmitir podría llegar a permitirnos cargar prácticamente cualquier contenido en apenas un abrir y cerrar de ojos, o descargarnos un videojuego en una plataforma como PlayStation o Steam en menos de lo que podemos imaginar ahora mismo. El volumen de información en la red crecería hasta niveles jamás vistos y, probablemente, la Inteligencia Artificial podría dar su siguiente gran salto evolutivo gracias a la creación de redes neurales interconectadas a gran velocidad.

En cualquier caso, este importante hallazgo del grupo de investigadores españoles tiene su aplicación más inmediata en el ámbito científico y médico. El interés que ha despertado esta nueva propiedad del láser va en la línea de los últimos avances en la Física: el premio Nobel de 2018 galardonó a tres investigadores por "las herramientas hechas de luz" con las que se consiguen atrapar bacterias y otros microorganismos en los haces sin dañarlos. Por eso, la posibilidad de alterar la velocidad de rotación de un haz de luz podría suponer una auténtica revolución en los próximos años.

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