Huye de los estereotipos

¿Barbie o Madelman? Cómo escoger juguetes sin sesgo de género en Reyes

Regalos de los Reyes Magos
Regalos de los Reyes Magos
Pixabay

Uno de los grandes retos del feminismo es acabar con los roles asociados al género que hemos heredado desde tiempos inmemoriales, especialmente cuando los absorbemos durante la infancia. Por eso, desde múltiples asociaciones por la igualdad se viene advirtiendo desde hace años del papel que juegan los juguetes en esta perpetuación de los roles adquiridos: como la mujer debe ocuparse del hogar y de los hijos, por Reyes se le regala una cocinita o una muñeca; por el contrario, como el hombre debe ser fuerte e independiente, se le regala desde que es niño soldados, camiones y tanques que perpetúan la arcaica imagen de quien partía a la guerra y pasaba la mayor parte de su vida lejos de casa. Pero, ¿existe una alternativa a este desigual reparto? Ahora sí: los juguetes sin sesgo de género.

La principal complicación tiene que ver con el mercado de juguetes: en la actualidad, y a pesar de los avances sociales de las últimas décadas, muchos juguetes siguen fomentando algún tipo de sesgo o discriminación por género. En 2018, por ejemplo, un estudio del Consell de l'Audiovisual de Catalunya (CAC) advertía que el número de estereotipos de género presentes en los anuncios de juguetes había crecido hasta el 34,7% en aquella campaña navideña.

A pesar de iniciativas aisladas de la industria juguetera que tienen como objetivo fomentar la igualdad en el juego, sigue resultando complicado elegir el juguete correcto si el fin es que sea atractivo para el niño, le divierta, pueda aprender a través de él y, además, no discrimine por género o incluso fomente el interés de las niñas por los conocimientos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés).

"Elegir un juego es una gran responsabilidad para un adulto, incluso si es un juego educativo, y especialmente para evitar el sesgo sexista que suele existir, más o menos evidente", recuerda María Antonia Huertas Sánchez, profesora de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC. "El juego es fundamental para el desarrollo cognitivo, físico y social de niños y niñas, y los temas e instrumentos concretos a través de los que se vehicula el juego van a permitirles estar en contacto con unas determinadas áreas de conocimiento y excluir otras".

La absorción de roles en la infancia

"Pensemos por un momento en todo el ámbito del cuidado (salud, psicología, educación, etc.), que puede asociarse al juego con muñecas, y el ejemplo opuesto, el ámbito de lo tecnológico (vehículos, juegos de construcción o electrónicos), asociado a jugar con coches, camiones o circuitos. A través del juego hay conceptos, habilidades y emociones muy diferentes que se ponen en juego (nunca mejor dicho)", añade.

Esto se explica a través de la teoría estructuralista de Jean Piaget, a edades tempranas el juego sirve para asimilar lo real e incorporarlo a los incipientes esquemas sensorio-motores del niño, lo cual le sirve principalmente para identificar para qué sirve un objeto (golpear, agarrar, etc.). Entre los 2 y los 4 años, cuando el niño llega al pensamiento simbólico, también hace su aparición la ficción imaginaria y la imagen se convierte ahora en símbolo lúdico: el niño ya no agarra el palo o golpea con él, sino que lo 'monta' imaginando que es un caballo.

El problema es que es precisamente en este estadio de la infancia cuando el simbolismo puede forjar más sesgos de género, ya que, simplificando la teoría de Piaget, si el hipotético niño solo ha jugado a lo largo de su vida con juguetes teóricamente asociados a su género (pistolas, muñecos de acción...), difícilmente será capaz de simbolizar con ese palo otra cosa que no sean armas de fuego o espadas. Y al revés: si ocurre lo mismo con los juguetes de una niña, ese mismo palo es más probable que se convierta en un su imaginación en una escoba o una fregona.

A todo esto hay que añadir el sesgo de género que se produce el ámbito científico-tecnológico, donde la mayoría de profesiones o bien son prácticamente monopolizadas por hombres, o bien acusan una profunda brecha de género. Sin embargo, es precisamente con este tipo de juguetes STEM con los que existen más posibilidades de fomentar la igualdad de género, en opinión de los expertos.

Cómo es el juguete sin sesgo de género

Por eso, ¿qué tipo de productos debemos elegir si buscamos un regalo que, además de no ser discriminatorio, fomente el interés de las niñas por temáticas STEM? Según Huertas, lo más importante es que esquive los estereotipos sociales ligados al sexo: "Ese juego debe ser neutro 'de estereotipos de género'. Más importante que lo que ha de tener para atraer a una niña, yo creo que es lo 'que no debe tener' para estar libre de marcas de estereotipos de género".

"Por ejemplo, en la presentación tienen que aparecer niñas y niños, o incluso solo niñas, pero de ninguna manera solo niños. Igualmente, en su diseño y contenido no debería haber marcas de estereotipo de género (evitemos rosas y azules, ser muy competitivo o muy poco, entre otras cosas). A partir de ahí, tiene que ser estimulante, entretenido y actual", añade.

Hay múltiples opciones: juegos que animan a pintar, colorear o hacer formas con plastilina o arena artificial, los bloques de construcción, los juegos de formas y colores, las cometas, las peonzas, los instrumentos musicales, las pelotas y los balones, los libros y los cuentos no sexistas, las bicicletas, los monopatines, los bumeranes, las marionetas, los osos y muñecos de peluche no sexistas, los juegos reunidos, los videojuegos no sexistas, los rompecabezas… En definitiva, todo lo que sea huir de la clásica división entre Barbie y Madelman.

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