¿Los robots, contra la brecha de género? 'Robarán' más empleos a los hombres

  • Un estudio señala que las mujeres serán menos perjudicadas por el proceso de automatización que amenaza con acabar con millones de trabajos.
Una informadora con un robot que interactúa con los humanos.
Una informadora con un robot que interactúa con los humanos.
EFE

La brecha de género sigue suponiendo un serio problema en nuestra sociedad: de media, las mujeres ganan al año un 21,9% menos que los hombres en España, según los datos de junio del INE, a pesar de la progresiva reducción de esta diferencia en puestos directivos hasta situarse en el 16,1% en 2018, el nivel más bajo desde 2012. Sin embargo, un factor inesperado podría contribuir a acabar con la brecha de género, ya que los robots y la progresiva automatización del empleo perjudicará más a los hombres que a las mujeres en los próximos años. 

En concreto, el trabajo de los hombres está más en peligro que el de las mujeres, según una reciente investigación llevada a cabo por el McKinsey Global Institute, que apunta que la automatización y la robótica podrían contribuir, además, a que las mujeres aumentan ese 39% que llevan tres décadas representando respecto a la fuerza laboral de todo el mundo. Es decir, que en los próximos años más mujeres que hombres se incorporarán al mercado laboral, equilibrando algo más la balanza.

Según los investigadores, la automatización probablemente dejará sin a hombres y mujeres de manera más o menos igual durante la próxima década. Pero, aunque las mujeres necesitarán hacer transiciones mucho más significativas en comparación con los hombres (quienes actualmente ocupan más puestos de poder dentro del entramado empresarial mundial), son precisamente el tipo de sectores más tradicionalmente masculinizados los que más sufrirán el desempleo humano.

Algunos ejemplos en este sentido son las áreas de la electricidad, las infraestructuras o las obras; todos ellos están copados en más de un 90% por empleados varones, por lo que los previsibles avances en automatización en estos campos (y la subsiguiente destrucción de empleo) afectarán más a hombres que a mujeres. Además, el propio factor de la distribución global del empleo (61% de hombres frente a 39% de mujeres) implica que, por lógica estadística, quienes más trabajos van a perder son ellos.

Las tecnológicas, la gran esperanza para la igualdad

Tras estudiar una decena de países (seis economías del primer mundo y cuatro economías en vías de desarrollo), los investigadores señalan en este artículo de 'Harvard Business Review' que "si la automatización se desarrolla en una escala similar a las principales interrupciones tecnológicas del pasado, como el cambio de la producción agrícola a la industrial, el 20% de las mujeres que trabajan hoy en día podrían ver su trabajo desplazado por la automatización de cara a 2030, en comparación con el 21% de los hombres"

Una diferencia que parece nimia, pero que tiene en cuenta exclusivamente el impacto de los saltos tecnológicos pretéritos; la realidad que se avecina con la expansión global de la automatización supondrá la creación de numerosos nuevos puestos de trabajo relacionados con la tecnología (como pilotos de drones o etiquetadores de datos) y el control y gestión de los robots. En este sentido, la mayor demanda de perfiles técnicos podría provocar que la actual falta de mujeres en el sector de las 'tech' se revierta en los próximos años.

Al ser el campo con mayor proyección en estos momentos, las tecnológicas tienen en sus manos definir el futuro de la igualdad no solo de género, sino también racial en el empleo. Por suerte, las empresas punteras ya empiezan a utilizar mecanismos de control para evitar este tipo de desequilibrios, tanto salariales como de diversidad demográfica. Por ejemplo, Google utiliza un algoritmo para cerciorarse de que no exista discriminación hacia ningún grupo étnico o un sexo concreto.

Así, las políticas de transparencia que buena parte de las empresas de Silicon Valley siguen en sus procesos de selección podrían permitir en el futuro que la brecha de género desapareciese o, al menos, se convirtiese en algo marginal dentro del mercado laboral. Y, todo ello, por 'culpa' de los robots.

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