Los robots toman Wall Street: un millón de financieros perderá su trabajo en 2030

Un operador de bolsa en Wall Street. /EFE
Un operador de bolsa en Wall Street. /EFE

Los tremendos avances en inteligencia artificial de los últimos años están derivando en algoritmos más complejos capaces de automatizar procesos y conectar servicios que permitan que se lleven a cabo tareas recurrentes. En 2020, la industria de la creación de contenidos será una de las más afectadas por esta evolución, pero incluso en sectores con mucho más amplios (y con mucho más capital), como el financiero, la automatización acabará transformando el negocio. De hecho, la gran amenaza es que los robots terminen tomando Wall Street, ya que más de un millón de banqueros, inversores, analistas y brokers perderá su trabajo de aquí a 2030.

Y es que, a pesar de que el sector financiero siga siendo uno de los preferidos a la hora de emprender una carrera laboral, un nuevo informe de LinkedIn publicado en este artículo de 'Business Insider' señala que al menos 1,3 millones de empleados de este campo perderán sus trabajos (o serán reasignados debido a la automatización) en los próximos 10 años. Una realidad a la que se tendrán que enfrentar empleados que precisamente a día de hoy participan de esa transformación digital y tecnológica.

En la actualidad, las empresas financieras y los bancos ya han empezado a invertir en inteligencia artificial y reconocen que la tecnología desplazará a medio plazo a la fuerza productiva (humana). Una de las razones es que se trata de un sector realmente bien pagado, con un sueldo medio de más de 500.000 dólares al año por empleado, cinco veces más que la media salarial en Nueva York.

Por eso, no es de extrañar que, según el reciente informe de LinkedIn, empresas como Bank of America, Goldman Sachs, Citigroup, Wells Fargo y JPMorgan Chase sigan siendo cinco de las más populares para trabajar en 2019. En este sentido, LinkedIn atribuye esta capacidad de atracción a que los bancos ofrecen empleos cada vez más centrados en la tecnología, lo que despierta el interés de trabajadores tradicionalmente ajenos al sector financiero, como ingenieros o desarrolladores de software.

El problema es que este relevo de roles -de banqueros tradicionales a desarrolladores- está acelerando el desplazamiento de la fuerza productiva actual, pero no solo en el sector financiero. En este sentido un informe de la firma británica IHS Markit apunta que, de cara a 2030, los puestos especialmente sensibles a la destrucción de empleo por culpa de la automatización son el de servicio al cliente, los directores financieros y empleados de cumplimiento y préstamos.

Paralelamente, otro informe de Business Insider Intelligence publicado en 2018 señalaba que los bancos ya están utilizando la IA para imitar a los empleados bancarios, automatizar procesos y solventar problemas. Algunos ejemplos son el de JPMorgan, que ya está limpiando miles de bases de datos para dejar espacio para la tecnología de aprendizaje automático, o el del presidente de Citi Group, Jamie Forese, que en 2018 explicaba que los robots podrían reemplazar hasta 10.000 empleos humanos en su empresa solo en los próximos cinco años.

Sea como fuere, la percepción pública de la automatización del empleo denota bastante desconocimiento al respecto: una encuesta de YouGov demostraba el pasado octubre que solo el 32% de las personas son plenamente conscientes de que la IA ya se está utilizando para la toma de decisiones en general. De hecho, los datos de YouGov indican que únicamente el 14% del público sabe que los sistemas automatizados para la toma de decisiones ya se están utilizando en los procesos de contratación, mientras que tan solo el 9% es consciente de que se es tipo de sistemas se están utilizando en la justicia penal.

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