Quizás no haya oído hablar nunca de él, pero La semana laboral de 4 horas (editado en España por RBA) es uno de los libros de autoayuda empresarial más exitosos de la historia.
Su autor, Tim Ferriss invita a “diseñar un estilo de vida” que permita a las personas no vivir en “diferido”, trabajando todo el día para disfrutar solo de unas pequeñas vacaciones al año y ahorrando a destajo para solo poder relajarse para la jubilación.
El libro en sí no es nada del otro jueves. Básicamente, es un manual de autoayuda, con consejos de emprendimiento, cuya premisa es enseñar a crear negocios que no requieran trabajar más de 4 horas semanales. Una quimera, puede, pero una que engancha, en la medida en que desafía muchas de las cosas en las que creemos.
El libro, que se publicó originalmente en 2007, ha sido durante más de cuatro años superventas de The New York Times, se ha traducido a 35 idiomas y ha vendido más de millón y medio de copias. Al menos hasta el año pasado, ha sido el libro del que la gente ha destacado más pasajes en Amazon Kindle y, a día de hoy, sigue estando entre los 300 libros más vendidos. En España, curiosamente, está clasificado en la sección de “sociología”, en la que es el quinto libro más vendido en la actualidad. Hay que destacar, además, que en la novena posición –entre libros de Zygmmunt Bauman y bestsellers como Por qué fracasan los países o Nuevos hombres buenos– se encuentra la edición para Kindle del mismo volumen.
Tras la publicación de La semana laboral de 4 horas su autor ha sacado un bueno puñado de libros, todos en torno a la misma idea; es protagonista de varias charlas TED; y mantiene un blog y un podcast tremendamente exitosos. Pero, como ha reconocido en una entrevista con Inc., su libro fue un parto difícil y se publicó de milagro. Y, además, está (muy) edulcorado.
No dejes tu trabajo, no te harás rico
Cuenta la historia de cubierta que Ferriss desarrolló las ideas que se presentan en el libro tras dejar su trabajo de 14 horas al día como CEO en una compañía que vendía suplementos de nutrición deportiva.
Frustrado por el exceso de trabajo y la falta de tiempo libre, Ferriss tomó tres semanas de vacaciones para viajar por Europa y, durante el descanso desarrolló un sistema simplificado para revisar el correo electrónico una vez al día y subcontratar pequeñas tareas diarias a asistentes virtuales. A la vuelta de las vacaciones, dejó de ser un adicto al trabajo y escribió el libro.
Lo que no se ha contado hasta ahora es que Ferriss montó su start-up sin dejar su anterior trabajo como comercial en una empresa de almacenamiento de datos. Su frustración con su trabajo “normal” no le llevó a dejar su empleo, sino que se puso a trabajar noches y fines de semana hasta que llegó a ganar 40.000 dólares al mes. Y lo logró gracias al éxito de su libro. En definitiva: no es posible hacerse rico trabajando cuatro horas a la semana (al menos si no has trabajado antes a destajo o ya tenías una gran fortuna heredada).
El emprendedor tuvo, además, grandes dificultades para escribir el libro, que tuvo hasta tres redacciones completas distintas. Primero trató de escribirlo con un lenguaje más técnico, que pareciera inteligente. “Era horrible”, reconoce. Después intentó ser gracioso y no lo fue. Por último, escribió los capítulos como si estuviera mandando un correo electrónico a dos amigos. Uno era un amigo emprendedor, otro un consultor en banca de inversión quemado con su trabajo. Este tercer intento fue el que funcionó.
Pero, pese a que Ferriss acabó finalmente contento con su trabajo, el texto fue rechazado por 27 editoriales hasta que lo publicó Harmony Books, un sello especializado en libros de autoayuda (mayormente sobre dietas).
No habrá nuevas actualizaciones
Aunque el libro tiene ya una década, y hay partes que han quedado tremendamente desactualizadas –se habla mucho de los test A/B y nada de redes sociales–, su autor asegura que no va a escribir una nueva versión del mismo.
En primer lugar, asegura, “porque en cuanto lo actualice las tecnologías y herramientas de las que hable estarán obsoletas”; en segundo lugar, porque aunque haya cosas que hoy no escribiría, “realmente tengo miedo de que si entro allí y comienzo a retocar, voy a pisar la mariposa [lo que hace al libro único]”.
¿Para que darle vueltas a algo que sigue funcionando tan bien?
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios