El precio del éxito

Por qué Steve Jobs cambió su forma de hablar cuando se hizo rico con Apple

Mucho antes del iPod o el iPhone, el cofundador de la compañía de la manzana solía ser una persona bromista, tal y como cuenta Steve Wozniak.

Steve Jobs 2007 presentación iphone
Por qué Steve Jobs cambió su forma de hablar cuando se hizo rico con Apple.
EFE

Dicen que el dinero cambia a las personas. Si a eso se le junta el éxito en un campo tan innovador como el de la informática en los años 70, es normal que incluso cambie hasta tu forma de hablar. Eso es exactamente lo que le sucedió a Steve Jobs, un joven que hacía las tonterías propias de su edad, elaboraba travesuras de todo tipo y solía pasar el tiempo libre de concierto en concierto, y que un buen día cambió radicalmente su personalidad. Concretamente, cuando se convirtió en el fundador de "una empresa con mucho dinero", tal y como revelaba hace unos días Steve Wozniak, con quien cofundó Apple, en el podcast 'Remarkable People' de Guy Kawasaki.

"Nos divertimos mucho" en aquella época, recordaba Wozniak. Cuando crearon Apple, en 1976, él tenía 26 años, mientras que Jobs apenas tenía 21 años. En aquella época, ambos eran amigos inseparables, con gustos similares: la electrónica, las travesuras, los conciertos de música... Sin embargo, todo cambió un año después, cuando la compañía recibió su primera gran inversión, un préstamo bancario por valor de 250.000 dólares (el equivalente a más de 1,1 millones de dólares hoy en día). Apple empezó a despegar y dejaron de hacer la mayoría de las cosas que solían, tal y como rescata este artículo de CNBC.

Steve Jobs, "de repente desdeñó aquello. No quería hablar de bromas o cosas divertidas; solo de trajes en la portada de las revistas, hablar de negocios y quiso aprender a comunicarse mejor", explica Wozniak en el podcast. Es cierto que durante el resto de su vida -falleció en 2011- siempre presumió de tomarse semanas o meses sabáticos para ser más productivo, pero en general, de la noche a la mañana, el más joven del dúo quiso profesionalizar su propia imagen, desarrollar su marca personal y "convertirse en una especie de presencia diferente en el mundo. Fue entonces cuando su personalidad cambió y se volvió un poco estricto".

La personalidad de Steve Jobs como CEO de Apple es de sobra conocida, creativo, pero a la par exigente y metódico. De ahí que incluso moldease su imagen con su propio 'uniforme' para distinguirse: desde los años 80, pidió un jersey negro de cuello alto al diseñador Issey Miyake, que utilizó como vestimenta junto a unos simples vaqueros durante el resto de su vida. Pero no solo eso, sino que empezó a mutar su forma de hablar. Según Wozniak, es algo que su amigo tenía dentro: desde que se conocieron, Jobs siempre hablaba de importantes personajes históricos que "realmente han cambiado a la humanidad para siempre", como William Shakespeare.

"Quería ser uno de ellos y sentía que tenía la motivación. A veces, la motivación, querer algo, es mucho más importante que tener la habilidad realmente", apunta Wozniak, que en cambio señala que en su caso él no quería tener nada que ver con la fama o el dinero y estaba perfectamente satisfecho si hubiera sido un simple ingeniero informático que diseñaba chips de calculadoras en Hewlett-Packard -donde empezó- durante el resto de su vida. Pero para Jobs se trataba de una cuestión casi de predestinación: "Él quería era ser importante de alguna manera en el mundo y, aunque no tenía antecedentes académicos o comerciales, me tenía a mí".

En su opinión, el cambio radical de Jobs en su comportamiento fue una forma de dar a entender que podía ser una persona de negocios, aunque para ello tuviera que renunciar a parte de lo que hasta entonces formaba parte de él. "Quería asegurarse de que el mundo recibiera el mensaje de que todo el pensamiento informático provenía de él y su cabeza", explica Wozniak en el podcast, quien abandonó Apple en 1985. Tras su marcha, Jobs siguió fortaleciendo esa personalidad de ganador y, finalmente, se convirtió en un gran orador, citado en múltiples libros sobre management o coaching. Wozniak, que sigue percibiendo de la compañía que fundó un salario de 50 dólares a la semana "por lealtad", siguió su camino y tampoco le ha ido mal, con una fortuna personal que supera los 100 millones de dólares.

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