Técnicas de meditación y relajación

El motivo por el que Steve Jobs practicó la terapia del grito primal

Aunque se hable de gritos, esta terapia no consiste en desgañitarse sino, más bien, en dejar ir y en soltar el bagaje emocional acumulado para evitar episodios de estrés, ansiedad, etc.

El motivo por el que Steve Jobs practicó la terapia del grito primal
El motivo por el que Steve Jobs practicó la terapia del grito primal
Agencia EFE

Las grandes mentes empresarias de este siglo se interesan enormemente por la salud mental. Las técnicas como yoga, tai chi, meditación y mil y una variantes más relacionadas con estos métodos para mantener a raya el estrés están incluidas en las rutinas diarias de estos CEO. Bien es cierto que algunos se centran en lo básico, algo de deporte para mantener el cuerpo sano y algo de meditación para hacer lo mismo con la mente, siempre hay tendencias algo más excéntricas que acaban por probarse muy efectivas. 

Steve Jobs incluyó estas técnicas en su rutina siempre, pero también fue un paso más allá añadiendo y experimentando con otros métodos. Destaca, entre ellos, la llamada terapia del grito primal o de gritos que, aunque lo parezca por su nombre, no se trata de liarse a gritar cuando nos sentimos agobiados o frustrados. Va mucho más allá como recientemente han ido demostrando investigaciones científicas. 

Detrás del concepto de terapia de gritos hay un significado que va más allá de la liberación de la ira, la frustración y el peso de esos sentimientos para los que simplemente no hay palabras. La liberación terapéutica de emociones y el proceso de sentir nuestros sentimientos de manera consciente ayuda a liberarnos de cargas, traumas y dolor emocional a largo plazo. Steve Jobs usaba esta técnica para evitar crear un equipaje o bagaje emocional que ir arrastrando, con el agobio y estrés que eso produce.

La importancia de gestionar las emociones

Este equipaje emocional es algo que se acumula y se va arrastrando si no se gestiona. Según Andrew Huberman, neurocientífico y profesor de neurobiología en la Escuela de Medicina de Stanford, el beneficio de prácticas como la terapia de gritos es que permiten superar estos sentimientos negativos más rápido ya que ayudan a hacerles frente mientras ocurren, evitando así que se acumulen. 

La neurociencia demuestra que no es necesario gritar, romper cosas o tener una rabieta para obtener los beneficios de la terapia de gritos. Simplemente es necesario aprender a gestionar los sentimientos, pero también a sentirlos. Psicológicamente, la mente tiende a sentirse mejor cuando puede experimentar plenamente las emociones, tal y como demuestra una investigación del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio. De hecho, esta es la misma razón por la que quizás deberíamos reconsiderar el enfoque de nuestra gestión emocional si se quieren ser verdaderamente responsable (emocionalmente hablando) y feliz.

Las emociones no desaparecen

Y es que, aunque intentemos ignorar o sofocar las emociones fuertes, estas nunca desaparecen. Es justo al contrario, se vuelven mucho más intensas tras el efecto de la acumulación y cuando este proceso se repite con varios hechos y sentimiento, tarde o temprano explota y acaba por sobrepasarnos, algo que puede suceder incluso años después.

Por ejemplo, un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Birmingham y publicado en ScienceDaily analizó la psicología de cómo las mujeres y los hombres tienden a experimentar una ruptura. Por lo general, las mujeres tenían una tendencia inicial a sentir más dolor que los hombres, pero se recuperaban más completamente. Mientras tanto, sus homólogos masculinos sintieron menos dolor inicialmente pero más dolor conforme pasaba el tiempo, ya que no se habían recuperado por completo.

En resumen, si lamentamos la pérdida de algo cuando lo perdemos, nos recuperamos más rápidamente. Después de todo, no puedes superar algo que todavía tienes que enfrentar. Esta es la lógica que está detrás de la gestión inmediata de las emociones, sea a través de terapia de grito primal o de otra serie de técnicas que nos funcionen: evitar la acumulación de sentimientos y tener que enfrentarnos a ellos cuando ya sea peor y, probablemente, tarde.

Mostrar comentarios