Cada familia es un mundo y no hay generalizaciones que valgan. Dependiendo de la posibilidad de conciliación, del número de progenitores y sus trabajos, del poder adquisitivos y de tantos otros factores más (como los rasgos de carácter), cada pareja o cada persona escoge criar a sus hijos como puede y quiere.
Sin embargo, existen ciertas características compartidas que permiten a los expertos hablar de cuatro grandes tipos de crianza. Según Francyne Zeltser, psicóloga infantil, psicóloga escolar y profesora adjunta; se puede hablar de modelos autoritario, acreditado, permisivo y negligente.
Los tipos de crianza familiar
La maternidad y paternidad autoritarias son aquellas utilizan una disciplina muy severa que busca el control total sobre la vida de los menores. Los progenitores imponen unas reglas estrictas a los hijos y no tienen en cuenta los sentimientos o las necesidades socioemocionales y de comportamiento de sus hijos, utilizando una comunicación unidireccional.
La del tipo permisivo busca todo lo contrario: mantener a los menores felices a expensas, incluso, del bienestar del padre o la madre. Se suele dejar que los hijos decidan por sí mismos, en lugar de dar instrucciones, y las reglas tienden a no existir o ser escasas. Al final, más que asumir un rol de guía y crianza los padres y madres acaban siendo amigos de sus hijos.
Los progenitores acreditados o autorizados son aquellos que tienen una amplia comunicación y comprensión de cara a los hijos al mismo tiempo que establecen reglas claras, dejando la puerta abierta a la negociación y al diálogo. Estos padres y madres suelen ser cariñosos, solidarios y, a menudo, están en sintonía con las necesidades de sus hijos, a quienes guían a través de "discusiones abiertas y honestas para enseñar valores y razonamiento".
Finalmente, la crianza negligente es aquella en la que el progenitor apenas está presente o no se involucra en la educación y crecimiento del menor. La sensación general es la de indiferencia y bajo compromiso con los hijos y tienden a ser vistos como fríos y distantes, aunque muchas veces no lo sean de manera intencional.
El mejor tipo de crianza
Según esta psicóloga, el mejor tipo de crianza a seguir para acompañar a los hijos durante el crecimiento es el modelo acreditado o autorizado. Los estudios e investigaciones en este campo muestran que los hijos con padres de este tipo tienden a ser más independientes, autosuficientes y socialmente competentes.
Zelster puntualiza que no existe un modelo único para criar a los niños y que se pueden combinar los diferentes enfoques de educación según lo exija el momento, pero siempre con moderación y dejando que predomine este modelo acreditado. No necesita suscribirse a un solo tipo, ya que puede haber momentos en los que se tenga que usar un enfoque de crianza variado, pero con moderación.
Hay que tener en cuenta, además, que los hijos de familias del tipo acreditado o autorizado no son inmunes a los problemas que pueden sufrir los menores educados en ambientes autoritarios, permisivos o negligentes. Sin embargo, en estos tres últimos ambientes es más habitual localizar problemas de salud mental, dificultades en las relaciones, abuso de sustancias, autorregulación deficiente o baja autoestima.
Al final, como bien señala esta psicóloga, lo mejor es apostar por el sentido común y el buen juicio. Hay que recordar que "el mejor estilo de crianza para una familia es aquel que mejor funciona en el momento en el que se debe usar".
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