Nuevas oportunidades

Los trabajos más raros: de empujadores en el metro a durmientes profesionales

Por todo el mundo, abundan las ofertas de empleo para tareas poco convencionales, como oledor de papel higiénico o las novias de alquiler.

Chica durmiendo
Los trabajos más raros: de empujadores en el metro a durmientes profesionales.
Pixabay

A la hora de buscar empleo, la mayoría trata de enfocarse a aquellas ofertas que se ajusten a su perfil profesional: un abogado que haya estudiado Derecho se interesará antes por un bufete que por una empresa dedicada a la Inteligencia Artificial. Sin embargo, por todo el mundo hay trabajos para los que no existe un perfil concreto; empleos tan particulares que no existe carrera universitaria que prepare para ejercerlos. Desde los famosos empujadores en el metro en Japón hasta quienes reciben un salario por ser durmientes profesionales, estos son los trabajos más raros del mundo.

Sexadores de pollos

Pollitos recién nacidos.
Pollitos recién nacidos.

EFE

Empecemos con un clásico: el sexador de pollos. Esta profesión es una de las más particulares del mundo y consiste en diferenciar el sexo de los pollitos recién nacidos a un simple vistazo. Su importancia en el proceso de producción cárnica global es casi imponderable y, por eso, suelen ofrecerse sueldos realmente altos para un puesto técnico, por encima de los 60.000 euros en algunos países. El problema es que ni con esas las compañías son capaces de encontrar suficientes candidatos con la pericia necesaria para llevar a cabo el trabajo.

Oledores de papel higiénico

Papel higiénico, uno de los bienes más preciados
Papel higiénico, uno de los bienes más preciados durante la cuarentena.

Freepik

Los fabricantes de papel higiénico no pueden dejar al azar prácticamente nada, ya que se trata de productos de gran consumo (es decir, que se venden cualquier supermercado o tienda de barrio) pero también deben ajustarse a estrictas normas sanitarias (debido a su particular función) para asegurarse de que sus rollos no huelan mal antes de su uso. Por ejemplo, al ser papel tratado con químicos, cualquier accidente en la fábrica podría dar lugar a una intoxicación en el consumidor y, teniendo en cuenta que su zona de exposición es muy sensible y absorbe rápidamente cualquier sustancia (por ejemplo, la que contienen los supositorios), no es de extrañar que haya que extremar el cuidado.

Durmiente profesional

Dormir
Dormir

Pixabay/cuncon

No es exactamente un trabajo, sino que casi siempre va asociado a algún tipo de experimento. Por ejemplo, para estudiar los desórdenes del sueño, muchos de los sujetos que participan en un estudio suelen recibir una compensación económica por pasar sus horas de sueño en una camilla y rodeado de cables y monitores. Incluso hubo un estudio de la NASA que pagaba 16.500 euros el año pasado a quienes permaneciesen tumbados (incluso despiertos) durante 60 días seguidos.

Empujadores en el metro

Empujadores de metro en Madrid.
Empujadores de metro en Madrid.

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Otro clásico: los empujadores en el metro, archiconocidos en capitales asiáticas como Tokio. Su labor consiste en adaptar las infraestructuras de transporte a la creciente sobrepoblación. O, dicho en otras palabras, empujar a los pasajeros del metros que se quedan sin entrar en un vagón hasta que en el interior se haga el hueco suficiente para que quepan. El resultado suelen ser vagones más parecidos a latas de sardinas que a medios de transporte para seres humanos. En 2017, Metro de Madrid tuvo que incorporar "asistentes de andén" ante las aglomeraciones provocadas por el cierre de la línea 8.

Novias de alquiler

En Japón, el concepto de las novias de alquiler está tan extendido que cualquiera con algo de dinero puede contratar sus servicios. Como en la mayoría de los casos socio-afectivos del país, se trata de algo realmente extraño, pues no estamos hablando de prostitución como tal, ya que no existen relaciones sexuales y las novias de alquiler (sí, mayoritariamente mujeres) son una forma de combatir la soledad de grandes ciudades como Tokio. También se puede contratar a una novia solo para echarse una siesta a su lado.

Oledores de sobacos

Oledores de sobacos de Princeton Consumer Research.
Oledores de sobacos de Princeton Consumer Research.

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Otra de olores. Al igual que sucede con el papel higiénico, el desodorante es otro producto de gran consumo que se puede adquirir en casi cualquier tienda. En este caso, la proporción química que se introduce en cada frasco se suele controlar antes, pero ¿cómo se sabe si una fórmula es realmente efectiva? Pues no hay otra que olerlo sobre el sobaco del voluntario de turno, al que se le paga una compensación económica por ello. Pero incluso hay compañías como Princeton Consumer Research que se dedican específicamente a probar todo tipo de productos y cuentan en plantilla con oledores profesionales de sobacos.

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