Apagar la alarma del despertador, levantarse y darse una ducha para despertar. Esta es la rutina habitual previa al desayuno de muchos españoles, pero si atendemos a lo que dicen los investigadores sobre la mejor forma de activarse por las mañanas, habría que introducir un matiz: la ducha debería de ser con agua fría.
Varios estudios señalan que una ducha fría por la mañana ayuda a ser más productivo durante el día, algo que se puso de manifiesto en el documental de Netflix, Goop Lab, en un capítulo protagonizado por el atleta Wim Hof, quien ostenta los récords de permanecer 112 minutos seguidos en un baño de hielo y correr una media maratón descalzo sobre el Círculo Polar Ártico.
En enero, la CEO y fundadora de Primally Pure, Bethany McDaniel, comenzó a ducharse con agua fría todos los días tras conocer las técnicas de Hof, que combinan trabajo respiratorio y exposición a temperaturas frías con el fin de mejorar la concentración y dormir a gusto.
Empezando con duchas frías en las que solo podía mantener la temperatura baja durante 20 segundos, McDaniel consiguió aumentar el tiempo bajo el agua gélida hasta los dos minutos. Siete meses más tarde, asegura que su ducha fría diaria la empuja a hacer tareas que antes no quería hacer o dejaba para otro día.
"La rutina me permite centrarme primero en las cosas, en lugar de procrastinarlas. Nunca quiero ducharme con agua fría, pero lo hago igualmente, y esta mentalidad se traspasa a otros aspectos de mi vida y trabajo", indica a 'Inc Magazine'.
La ducha fría activa la lucidez
El doctor Ashwini Nadkarni, psiquiatra y profesor en Harvardm indica que la exposición a bajas temperaturas activa el sistema nervioso en el cuerpo, que controla las respuestas involuntarias ante el peligro o situaciones de estrés. "Debido a la densidad de receptores de frío en la piel, una ducha fría puede enviar un número de impulsos eléctricos de los nervios periféricos al cerebro, cargando el cuerpo y mejorando la lucidez", explica.
Los beneficios en este sentido ocurren después de un largo periodo de tiempo optando por la ducha fría todos los días. En 2016, un estudio sobre trabajadores que se duchaban con agua fría durante 30 días, determinó una reducción de casi el 30% de los días de baja por enfermedad, así como un sentimiento de productividad mejorado.
Por otro lado, un estudio de Nikolai A.Shevchu publicado en 2008 en 'ScienceDirect', concluyó que las duchas frías también pueden formar parte del tratamiento contra la depresión.
