Desde la esperanza a la normalización

Trucos para desarrollar la inteligencia social de los niños en tiempos difíciles

Para la psicóloga, Roni Cohen-Sandler, la validación de sus sentimientos es una de las bases fundamentales para que los más pequeños crezcan resistentes y seguros de sí mismos.

Niños estudiando.
Niños estudiando.
Imagen de 14995841 en Pixabay.

La educación de los hijos es una de las tareas más complicadas a la que se deben enfrentar los padres y madres durante la crianza. Las formas de aleccionar a los más pequeños sobre lo que está bien y lo que está mal han cambiado a lo largo de las últimas décadas. Cada vez más, los psicólogos hacen patente la necesidad de que los familiares tengan en cuenta la inteligencia emocional y social de los niños, para que estos crezcan con unos valores que serán más demandados por las compañías en su futuro. 

Para la psicóloga, Roni Cohen-Sandler, uno de los elementos fundamentales para que los niños crezcan con los atributos de ser resistentes, seguros de sí mismos y socialmente inteligentes es la validación de sus sentimientos. Explicarles que lo que están pensando o sintiendo es normal y está bien. Sin embargo, la psicóloga expone que esta acción no supone que los padres deban aceptar y aprobar todas las actitudes que tengan los hijos. La clave está en hacerles saber que están siendo escuchados, comprendidos y aceptados. 

Para lograr estos objetivos, Sandler ha elaborado una lista con cinco consejos para la CNBC para que todos los adultos puedan guiar a los más pequeños en los momentos de crisis y sepan transmitirles estos mensajes. 

Las claves para la educación

En primer lugar, la psicóloga destaca la relevancia de normalizar las experiencias, sean malas o buenas, para que los niños las afronten con tranquilidad y sin ansiedad en un futuro. "Recuérdele a su hijo que todas las amistades pasan por altibajos. En las relaciones duraderas, los amigos cercanos inevitablemente decepcionan, irritan o se equivocan de vez en cuando", explica ella. 

En segundo lugar, es importante transmitirle a los menores la comodidad del contacto físico. Salvo excepciones, gestos como dar un abrazo o un beso pueden "bajar la presión arterial e infundir una sensación de cuidado y seguridad" según el Centro Nacional de Biotecnología.  "Digamos que su hijo se siente molesto por algo, antes de decir una sola palabra, es posible que desee acariciar su espalda, darle un abrazo o tomar su mano", aconseja la profesional.

El tercer consejo que ofrece Sandler es explicarle a los menores que la calidad es más valiosa que la cantidad. Pese a la creencia popular de que los niños más populares son más felices, diversos estudios han probado que los adolescentes que tenían muchos amigos en la escuela, se volvieron más ansiosos cuando se convirtieron en adultos jóvenes. Los padres deben aconsejar a los hijos que "unos pocos serán suficientes, siempre que sean leales, dignos de confianza y comprensivos".

Del mismo modo, hay que saber transmitirle a los más pequeños que deben centrar sus emociones y su interés hacía los aspectos positivos de las cosas. La psicóloga explica que los adultos tienen que focalizar la atención de los menores "en sus triunfos y placeres más recientes les permite apreciar la imagen más grande y brillante".

Por último, habrá que enseñarles el sentimiento de esperanza frente a los acontecimientos adversos. Los problemas son algo temporal y con trabajo y paciencia se pueden superar. "Dígale a su hijo que aunque ahora está pasando por un momento difícil, no durará para siempre. Las cosas se pondrán mejor" ha señalado Sandler. 

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