En un año tan solitario como el del coronavirus, la mayoría de nosotros nos hemos refugiado en el mundo digital para sobrellevarlo: desde el teletrabajo que nos ha permitido conciliar más, hasta el uso de aplicaciones como Zoom para comunicarnos con nuestros seres queridos durante el confinamiento más estricto. Sin embargo, a raíz del uso extensivo de las nuevas tecnologías, también han surgido problemas colaterales como el aumento del estrés laboral trabajando en remoto o la ruptura de relaciones sentimentales debido a la imposibilidad de verse físicamente. ¿Qué está pasando?
En el último año, la felicidad que manifiestan los españoles ha caído un 8%, según el estudio Global Happiness 2020, de Ipsos. Somos menos felices, pero en muchas ocasiones ni siquiera somos conscientes de las variables que determinan qué afecta nuestro estado anímico. La felicidad tiene dos caras: por un lado, una dimensión más profunda, relacionada con nuestra identidad y la satisfacción de vivir la vida que queremos vivir; por otro, una dimensión más superficial, que tiene que ver con los momentos de felicidad y el bienestar emocional del día a día.
No obstante, "cuando se definieron las dimensiones del bienestar todavía no nos había dado tiempo de teorizar sobre el bienestar digital. Ahora sabemos que en la dimensión del bienestar emocional digital ocurren cosas diferentes, como la dependencia emocional, el estrés y la angustia por la gestión de la hiperconectividad o las relaciones distorsionadas", comenta Mireia Cabero, profesora colaboradora de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya. Por eso, junto a su compañera Marta Calderero, han establecido cinco fórmulas para ser feliz en la era digital.
1. Reorganiza tu realidad
"Diseña tu hogar y tu entorno de trabajo para que te sientas cómodo interactuando en el entorno físico y el virtual, con mobiliario adecuado para el uso de la tecnología y también espacios donde la desconexión esté asegurada", explican las expertas. Se trata de algo que se lleva advirtiendo desde el inicio de la pandemia: si teletrabajas, separa la oficina del salón; de lo contrario, podrías terminar el día sin poder desconectar. De igual modo, hay que intentar no dejar de trabajar en el ordenador para ponerse a jugar a videojuegos. Hay tiempo para todo.
2. Aplica una desconexión intermitente
Por otro lado, señalan que se debe intentar "incluir en tu rutina diaria el hábito de desconectar unos treinta minutos dos o tres veces al día; de este modo conseguirás que tu cerebro se recargue de energía. También es muy recomendable establecer unos límites de uso de los programas y dispositivos, ya que perdemos mucho tiempo al día consultando continuamente el móvil y comprobando si hemos recibido nuevos correos electrónicos. Haz un esfuerzo y elimina todas las distracciones, como suscripciones y notificaciones innecesarias".
3. Potencia el optimismo
"Al principio del día, consulta las cuentas de redes sociales que contengan información inspiradora, pues te ayudarán a reducir el sesgo atencional negativo que generan las noticias que copan los titulares del día", apuntan las expertas. El gran problema de los últimos meses es que las noticias positivas no abundan y espacios como Twitter pueden convertirse en un auténtico vertedero de odio e insultos, si no somos capaces de desconectar.
4. Vive experiencias únicas
"Siempre que sea posible, prioriza las relaciones sociales en el contexto físico, y cuando las lleves a cabo en el entorno virtual es mejor que intentes conectar con personas más que con información impersonal", comentan las expertas. El problema es que los canales digitales de comunicación interpersonal se han convertido, en muchos casos, en algo completamente alejado de la realidad. Por ejemplo, usar Tinder en pandemia es más complejo que nunca, ya que no hay tanto interés en quedar presencialmente como antes (por miedo al contagio). Por eso, siempre es mejor desconectar quedando con amigos (o ligues) a tomarse unas cervezas, siguiendo evidentemente todos los protocolos sanitarios.
5. Participa en comunidades con tus mismos intereses
"Aunque parezca que la felicidad es un concepto unipersonal, la percepción de felicidad colectiva tiene mucho peso en nuestro bienestar. Por ello, es muy recomendable que aproveches el entorno digital para conectar con aquellas personas que, aunque viven lejos de ti, comparten tus mismas aficiones. En este sentido, las redes sociales pueden ser una herramienta muy positiva", concluyen.
