Así lo ha explicado en declaraciones a Europa Press el presidente del Comité de Empresa, Julio Gómez, que ha precisado que con esta actuación quieren "forzar la máquina" y exigir un adelanto de las ayudas al plan de cierre y salvar así, aunque de forma temporal, los 200 empleos de la compañía, que se extinguen el 31 de julio.
Gómez ha asegurado que aunque se aprobaran ya las ayudas al plan de cierre sería demasiado tarde para la Hullera por el tiempo en el que tardarían en ser efectivas, por eso los trabajadores solicitan "medidas extraordinarias", como un adelanto económico, para poder llevar a cabo el cierre ordenado. El plan de cierre, tal y como está programado, tendría una duración de cuatro o cinco años y supondría una dotación económica de 20 millones de euros.
De lo contrario, ha advertido el Comité de Empresa, un cierre no ordenado podría suponer "graves" problemas medioambientales ya que las instalaciones están repletas de gas grisú y parar de forma instantánea las turbinas que ventilan las galerías podría provocar derrumbes e inundaciones, que afectarían a los municipios de Santa Lucía y La Robla.
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