Cádiz, un líder en desempleo y en busca de un nuevo modelo

Isabel Laguna.

Cádiz, 25 ene.- Con un 40,6 por ciento de su población activa en paro -4,77 puntos por encima de la media andaluza y 14,61 de la española-, Cádiz sigue siendo líder en desempleo en España y Europa y también ejemplo de cómo no se han encontrado alternativas al desmoronamiento de los sectores productivos tradicionales.

Con más población y más joven (el 30 por ciento de sus habitantes tienen menos de treinta años) incluso que algunas comunidades autónomas, Cádiz ha visto en las últimas décadas como, uno a uno, caían los grandes sectores que históricamente eran el motor de su empleo.

La industria naval, que hace años podía tener 12.000 trabajadores, tiene ahora menos de dos mil y su principal actividad desde hace meses es manifestarse para reclamar al Gobierno carga de trabajo para un sector que languidece a falta de encargos para construir barcos y que es un auténtico motor para toda la bahía gaditana.

Grandes industrias de la automoción, otro sector vital, también han ido echando el cierre. Como Delphi, que en el 2007 dejó en la calle a 1.600 empleados, o, en el 2011, Visteon, que afectó a 400.

La reordenación del sector pesquero o del agrícola han dejado también su mella en las tasas de desempleo de los últimos años en una provincia que, con la actual crisis, ha visto, además, como caía el empleo en la construcción, tanto en la Costa del Sol como en su propio litoral, plagado de playas paradisíacas que atraen a amantes del golf, el surf o la naturaleza sin lograr convertir al turismo en motor estable de la zona.

Javier Sánchez Rojas, presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, dice que en Cádiz "los comportamientos sociales, políticos o económicos son homologables a cualquier sitio". Pero eso no explica por qué en la provincia hay catorce puntos menos de densidad empresarial que en el resto.

"Somos genéticamente igual de emprendedores que en Soria", ironiza el presidente de los empresarios gaditanos, que explica cómo aquí igual llega a su culmen una "enfermedad" nacional: "Si un joven llega a su casa diciendo que va a hacer una oposición es aplaudido, mientras que si dice que va a montar una empresa es tachado de loco" algo que "como sociedad nos tendríamos que mirar" porque, según dice, es producto de cuestiones "si me apuras hasta religiosas".

En Cádiz también despunta el nivel de economía sumergida. Mientras en España se habla de una media del 23 por ciento, aquí, según el presidente de los empresarios, alcanza el 30 por ciento, sin contar con sectores delictivos como el narcotráfico que, la vecindad con productores de hachís, hace aflorar.

Eso, añade, es "un anestésico para que no andemos pegando bocados por la calle, pero no un tratamiento que nos vaya a curar".

El delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, explica que en Cádiz "gota a gota" han ido decayendo los sectores que creaban empleo intensivo sin que se haya sabido acometer "una transición a otro modelo".

Y eso a pesar de contar con excelencias, incluso geográficas, que hacen que, por ejemplo, el puerto de Algeciras, que tiene 28.000 empleos directos y en el que se han hecho inversiones "millonarias", es la segunda zona logística de Europa y puede llegar a convertirse en una de las más importantes del mundo en el futuro.

En ese campo se han hecho "grandes inversiones", pero, según López Gil, las nuevas empresas que se han ido asentando en la provincia, desde aeronáuticas y aeroespaciales como Airbus, Carbures o Alestis, a farmacéuticas o de energías renovables, son firmas de "alta cualificación tecnológica" que no llegan a crear tantos puestos de trabajo como los sectores tradicionales que se han ido hundiendo.

"Necesitamos muchas de ellas, generar sinergias", dice el representante de la Junta de Andalucía en Cádiz, que ve que el nuevo modelo que se ha ido haciendo paso es el de firmas muy tecnológicas y que "generan poco empleo".

A corto plazo, explica, el drama del desempleo en la provincia es "insostenible" y sólo tiene una salida: "la inversión pública inmediata" y "un plan de empleo" del Gobierno central que apoye el del Ejecutivo autonómico y dé "un respiro" a una sociedad que se ha acostumbrado también a ver cómo las administraciones se tiran los trastos a la cabeza dependiendo de su color político.

En ello coincide con Lola Rodríguez, secretaria general de CCOO de Cádiz: "Se necesitan medidas urgentes y puntuales; tiene que llegar una apuesta seria en un futuro", dice mientras lamenta que en Cádiz "las mal llamadas reconversiones industriales, pesqueras o agrícolas se han limitado a reducir plantillas y actividad. Si hacemos historia, no ha habido alternativa ninguna".

Al final, con esta crisis financiera, la situación ha explotado para muchos gaditanos.

En el 2012, Cruz Roja ha repartido alimentos directamente o a través de otras entidades sociales a más de 44.000 personas, un 28 por ciento más que el año anterior.

"Ya no existe perfil de quien viene a pedir comida. Hay de todo, muchas personas que tenían su vida resuelta, con nivel académico y profesional", cuenta Javier Gil, coordinador provincial, que cuenta cómo se empiezan a ver en la ciudad imágenes que "sólo veíamos en películas".

"El otro día vimos a una mujer de más de setenta años pidiendo limosna en un semáforo entre los coches. Nos contó que con su pensión de viudedad vivían su hijo, su esposa y sus tres hijos y que no les daba", relata.