Los sindicatos nacionalistas rechazan la reforma laboral aunque se cambie

  • Los sindicatos nacionalistas del País Vasco y Galicia, ELA y CIG, han mostrado hoy su oposición frontal a la reforma laboral y su rechazo a intentar modificarla, algo que creen que supondría dar cobertura al planteamiento unilateral del Gobierno y a un diálogo social que consideran muerto.

Madrid, 15 mar.- Los sindicatos nacionalistas del País Vasco y Galicia, ELA y CIG, han mostrado hoy su oposición frontal a la reforma laboral y su rechazo a intentar modificarla, algo que creen que supondría dar cobertura al planteamiento unilateral del Gobierno y a un diálogo social que consideran muerto.

Los secretarios generales del sindicato vasco ELA, Adolfo Muñoz, "Txiki", y de la Confederación Intersindical Galega (CIG), Xesús Seixo, han hecho estas declaraciones después de reunirse en el Congreso con todos los grupos parlamentarios excepto PP, PNV y UPyD, que no han acudido al encuentro.

Ambos líderes han coincidido en que la huelga general del próximo 29 de marzo "saldrá bien" y es útil porque las únicas alternativas para los sindicatos son "luchar o venderse y colaborar con el saqueo".

Adolfo Muñoz ha negado que el objetivo de la reforma sea generar más empleo, ya que lo que pretende el Gobierno es que caigan los salarios y empeoren las condiciones de trabajo para "darle a la patronal lo que quiere".

Además, ha calificado el acuerdo suscrito por CCOO y UGT con CEOE y CEPYME el 25 de enero de "impresentable" al pretender culpar a los salarios de la falta de competitividad de las empresas españolas.

Por su parte, el líder de la CIG ha subrayado que no hay que caer en la trampa de "interiorizar la idea de que la crisis se ha producido porque la gente ha vivido por encima de sus posibilidades" y que la única salida son más políticas neoliberales.

Seixo ha recalcado que existen alternativas distintas para recuperar la economía, como combatir el fraude fiscal o crear una verdadera banca pública para que llegue el crédito a las pequeñas y medianas empresas.

Por este motivo, el día 29 de marzo la gente debe "manifestarse en positivo pidiendo otras políticas que no beneficien a los que han provocado la crisis", ha dicho Seixo.

Ha insistido en que el objetivo es que la reforma laboral no se aplique, aunque ha reconocido que dada la composición del Parlamento es difícil que haya cambios, por lo que los sindicatos intentarán que los empresarios "lo tengan difícil a la hora de ponerla en práctica".

Los sindicatos nacionalistas del País Vasco y Galicia se anticiparon a UGT y CCOO, y tomaron la decisión de convocar una huelga general para el 29 de marzo una semana después de la aprobación del decreto-ley de la reforma laboral en el Consejo de Ministros.

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