Cristina Fernández se recupera sin definición sobre su convalecencia

  • La presidenta argentina, Cristina Fernández, evoluciona hoy satisfactoriamente de su operación, aunque no se han desvelado las condiciones de su convalecencia, mientras asume protagonismo su cuestionado vicepresidente, Amado Boudou, en plena campaña para las legislativas de final de mes.

Mar Marín

Buenos Aires, 9 oct.- La presidenta argentina, Cristina Fernández, evoluciona hoy satisfactoriamente de su operación, aunque no se han desvelado las condiciones de su convalecencia, mientras asume protagonismo su cuestionado vicepresidente, Amado Boudou, en plena campaña para las legislativas de final de mes.

Fernández se recupera "sin complicaciones" y comenzará hoy mismo una dieta oral bajo "estricto control médico", según un escueto informe oficial, que no arroja luces sobre los detalles de su recuperación.

La mandataria "ha descansado muy bien toda la noche", "está muy bien y les manda un beso a todos los argentinos", apuntó el portavoz de la Casa Rosada, Alfredo Scoccimarro.

El funcionario no admitió preguntas cuando anunció el breve parte médico a las puertas del hospital universitario de la Fundación Favaloro, de Buenos Aires, donde fue intervenida el martes la presidenta y donde decenas de simpatizantes recibieron la noticia con aplausos y vítores.

Pero, un día después de la intervención, no hay detalles sobre el tratamiento que recibe la jefa de Estado, si se mantiene en cuidados intensivos, cuánto puede durar su estancia en el hospital o si, como se anunció antes de la operación, debe mantener reposo al menos durante un mes.

La falta de información oficial sobre la enfermedad de la presidenta y las circunstancias en que se produjo el traumatismo craneal que derivó en su operación ha disparado las especulaciones sobre su recuperación, en un momento especialmente complejo para el oficialismo tras el varapalo sufrido en las primarias del pasado agosto, una suerte de ensayo de las legislativas del próximo día 27.

La asunción del vicepresidente Boudou como máxima figura formal del Gobierno en ausencia de Fernández tampoco ayuda al oficialismo.

La pésima imagen de Boudou, por su presuntos vínculos con escándalos de corrupción y su frivolidad, se ha convertido en una pesada carga para el kirchnerismo en plena campaña y ha llevado al Gobierno a cerrar filas en su defensa para dar una imagen de normalidad y frenar las críticas de la oposición.

No obstante, analistas consultados por Efe coinciden en que el papel del vicepresidente se limita a una representación protocolar mientras que las decisiones del día a día seguirán tomándose en el reducido círculo que rodea a Fernández, integrado, entre otros, por el secretario legal y técnico de Presidencia, Carlos Zannini.

Zanini, en el cargo desde el inicio de la gestión del fallecido expresidente y esposo de la mandataria, Néstor Kirchner (2003-2007), es conocido como el "intérprete de la voz de la jefa".

También Máximo, el primogénito de los Kirchner -que se ha mantenido junto a su madre en el hospital-, estaría en esa llamada "mesa chica" que toma las decisiones de gestión, aunque, más allá de liderar la organización juvenil kirchnerista, La Cámpora, no parece tener intención de saltar a la primera línea de la política activa.

La gran incógnita ahora, reconocen políticos y analistas, está en la influencia que puede tener la enfermedad de la presidenta en el resultado de las elecciones legislativas, en las que el oficialismo se juega mantener su mayoría parlamentaria.

Mientras Cristina Fernández convalece, la consigna gubernamental es respaldar públicamente a Boudou y dar sensación de rutina y normalidad.

En un intento por disipar rumores, el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina, insistió hoy en que "las decisiones las toma la presidenta, que es la que se encarga de dar instrucciones. El país esta funcionando normalmente".

"No hay especulaciones. El vicepresidente estuvo la noche anterior a la operación con la presidenta. Se sigue gobernando de forma normal", agregó.

Intentaba así salir al paso de las críticas que ha despertado la imagen del vicepresidente paseando en moto en Brasil, durante un alto en una visita oficial, mientras la mandataria ingresaba el sábado en el hospital.

Tampoco ha pasado inadvertida su falta de conexión con la presidenta, que se puso en evidencia el lunes, cuando, en un acto público, Boudou se refirió a las recomendaciones de reposo de Fernández mientras la mandataria ingresaba en la clínica para someterse a la operación.EFE

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