El trabajador desempeñó sus tareas en las secciones de motas y posteriormente en la de granalladora, según ha explicado CCOO Euskadi en un comunicado. Osalan ha constatado que existieron exposiciones laborales a polvo de sílice y ha concluido que la silicosis que presenta este operario "es compatible con su actividad laboral".
La sentencia acredita que existió esta exposición laboral "sin que de contrario se observe que en la empresa existieran medidas que permitieran una eficaz protección frente a los riesgos". También hay referencias a la falta de información por parte de la factoría a los trabajadores, a la falta de equipos de protección adecuados y al hecho de que la vigilancia de la salud llevada a cabo "era inadecuada debido a que no era específica tras constatarse el riesgo de exposición a polvo de sílice".
El responsable de salud laboral de CCOO de Euskadi, Alfonso Ríos, ha recordado a todas las empresas en las que haya posibilidad de que el trabajo desarrolle cualquier tipo de dolencia en el aparato respiratorio que "no es suficiente la entrega de equipos de protección individual". En esta línea, ha remarcado que los medios de protección colectiva "son más eficaces, aparte de constituir una obligación legal de anteponer los medios colectivos a los individuales".
CCOO de Euskadi también exige a Osalan que "acelere al máximo posible" la creación del plan de vigilancia postocupacional para trabajadores expuestos a polvo de sílice. De este modo, ha resaltado que lo que le ha ocurrido a este trabajador de Funcasa "es el mejor ejemplo de que las personas jubiladas también pueden desarrollar estas dolencias".
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