EL VERTIDO DE PETRÓLEO EN EL GOLFO DE MÉXICO DE 2010 AFECTÓ A AVES TERRESTRES

El derrame de petróleo en la plataforma ‘Deepwater Horizon’, gestionada por BP en el Golfo de México y que acabó hundida en abril de 2010 después de una explosión, dejó su huella en aves no acuáticas y alcanzó las redes alimentarias terrestres.
Un equipo de científicos estadounidenses identificó la primera evidencia de combustible procedente de ese vertido en un animal no acuático, el chingolo costero (‘Ammodramus maritimus’), un paseriforme típico de humedales costeros del sureste de EEUU.
Los investigadores analizaron la dieta y las plumas de aves capturadas en zonas de marisma de Luisiana (Estados Unidos) más de un año después del vertido de petróleo en el Golfo de México y comprobaron que las que habían estado expuestas al fuel albergaban contaminantes en sus tejidos, con lo que el petróleo derramado se incorporó dentro de las presas de las que se alimentan los gorriones estudiados y de ahí pasó a sus plumas.
"Sabemos que el carbono del petróleo entró en las redes alimenticias tanto de fuera de la costa como de cerca de la misma, como demuestran el plancton, el pescado y los animales filtradores, pero ésta es la primera demostración de que el petróleo se integró dentro de los vertebrados terrestres”, explica Sabrina Taylor, investigadora de la Universidad Estatal de Luisiana.
INFLUENCIA EN LA REPRODUCCIÓN
El estudio sugiere que la exposición directa al petróleo pudo haber influido en detrimento de la reproducción de las aves. “Los resultados sugieren que las diferencias que hemos observado en la expresión de los genes de esta especie y en el éxito reproductivo entre los lugares expuestos al petróleo y los no expuestos puede haber sido causada por efectos toxicológicos directos, no sólo por la degradación del hábitat o la pérdida de presas”, matiza Taylor.
"Tendemos a pensar que los ecosistemas terrestres están a salvo de la contaminación por vertidos. Sin embargo, la frontera entre los ecosistemas marinos y terrestres está mucho menos definida de lo que se cree. Las especies que viven en esta frontera no sólo son muy vulnerables a los efectos tóxicos del petróleo, sino que pueden ser responsables del transporte de este combustible hacia las redes tróficas terrestres”, explica Andrea Bonisoli Alquati, autor principal del estudio y profesor de Toxicología Ambiental en la Universidad Estatal Técnica de California, conocida como Cal Poly Pomona.
ANTECEDENTE DEL 'PRESTIGE'
Las aves suelen ser buenos indicadores de los niveles de contaminación del medio en el que se encuentran porque excretan a través de las plumas parte de los contaminantes que ingieren a través de la dieta, por lo que estos tejidos acumulan concentraciones que reflejan los niveles contaminados de su entorno.
En España cabe destacar los estudios que se hicieron con motivo de otro gran derrame de petróleo, el del ‘Prestige’. “Los efectos de este vertido sobre el medio marino fueron catastróficos y las aves no estuvieron exentas”, comenta Pep Arcos, responsable del programa marino de SEO/BirdLife.
Arcos añade que, con el 'Prestige', algunas aves “sufrieron efectos tanto directos (mortalidad) como indirectos (acumulación de contaminantes, escasez de alimento, cambios en la estructura poblacional, etc.)". "En el caso particular de la acumulación de contaminantes en plumas, se detectaron niveles de cobre y plomo entre dos y cinco veces más altos de los detectados antes del accidente, y no volvieron a la ‘normalidad’ hasta pasados tres años”, concluye.

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