Además del ajuste de plantilla que se efectuará antes de que finalice el ejercicio actual, con la supresión de entre 400 y 500 empleados, Nordex señaló en un comunicado que también buscará reducir el coste de los materiales y de otros gastos de explotación.
En total, el grupo prevé ahorrar 45 millones de euros en 2018, de los que 24 millones corresponden a gastos de personal y 21 millones a gastos de explotación.
De esta forma, para el conjunto del actual año fiscal, Nordex estima que la aplicación del programa tendrá un impacto negativo que se situará en un rango inferior a dos dígitos y que se contabilizarán como gastos excepcionales.
"El mercado mundial de energía eólica se expandirá más fuerte en el medio plazo. Al mismo tiempo, no obstante, se enfrenta a cambios fundamentales en el sistema, por una fuerte presión sobre los precios y un cambio en el crecimiento de los mercados establecidos a favor de los mercados emergentes", explicó el consejero delegado de Nordex, José Luis Blanco.
Con todo, el directivo señaló que "estos ajustes de capacidad son dolorosos, pero a la vez inevitables, ya que solo con una estructura de costes competitiva y productos eficientes se podrá lograr que los inversores vean a Nordex como un socio atractivo y en el que se puede confiar".
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