LOS CHIMPANCÉS EN LIBERTAD VIVEN 33 AÑOS DE MEDIA CON CONDICIONES ECOLÓGICAS ADECUADAS

Los chimpancés de Ngogo, en el Parque Nacional Kibale (Uganda), viven de media hasta 33 años bajo condiciones ecológicas adecuadas, lo que supone una esperanza de vida sorprendentemente larga en estos primates en estado salvaje, según un estudio demográfico realizado por cuatro investigadores estadounidenses durante dos décadas.
El estudio, publicado en la revista ‘Journal of Human Evolution’, señala que los 306 chimpancés analizados tienen una esperanza de vida promedio de 33 años, casi dos veces más alta que la de otras comunidades de chimpancés y dentro del rango estimado de 27 a 37 años de los cazadores-recolectores humanos.
"Nuestros hallazgos muestran cómo los factores ecológicos, incluyendo la variación en los suministros de alimentos y los niveles de depredación, impulsan la fluctuación en la esperanza de vida entre las poblaciones de chimpancés silvestres", señala Brian Wood, profesor de antropología en la Universidad de Yale (Estados Unidos) y autor principal del estudio, quien añade que esta conclusión ayuda a “imaginar las condiciones en que podrían haber cambiado las tasas de mortalidad entre nuestras poblaciones de homínidos primitivos”.
Los chimpancés de Ngogo residen en el centro del Parque Nacional Kibale, en el suroeste de Uganda. Los directores del Proyecto Ngogo de Chimpancés (David Watts, de la Universidad de Yale; John Mitani, de la Universidad de Michigan, y Kevin Langergraber, de la Universidad Estatal de Arizona) han analizado los nacimientos, las muertes, las inmigraciones y las emigraciones en la inusualmente grande comunidad de chimpancés de Ngogo desde 1995, recopilando así el conjunto de datos demográficos más grande disponible para cualquier comunidad de chimpancés salvajes. El estudio revela que estos primates tienen la mayor expectativa de vida registrada en cualquier grupo de chimpancés salvajes.
COMIDA ENERGÉTICA Y NUTRITIVA
El estudio indica que las condiciones ecológicas favorables explican en gran parte la alta expectativa de vida de esta comunidad de chimpancés. El bosque en Ngogo proporciona un suministro relativamente consistente y abundante de alimentos energéticos y nutritivos, incluyendo higos fácilmente digeribles.
Los investigadores sostienen que este suministro de alimentos ricos ayuda a los chimpancés Ngogo a afrontar los periodos de hambre y a fortalecer su capacidad para evitar enfermedades que, de otro modo, les empujarían a una mayor mortalidad.
Además, los chimpancés Ngogo también se benefician de un bajo riesgo de depredación, ya que los leopardos no se encuentran en el Parque Nacional Kibale, y del hecho de que, durante el estudio, los chimpancés no experimentaron grandes epidemias introducidas por los seres humanos o por otras causas, como las que han afectado a los chimpancés salvajes en varios otros sitios de investigación a largo plazo.
También en el Parque Nacional Kibale, no lejos de Ngogo, otros investigadores han estudiado la esperanza de vida de chimpancés en la comunidad de Kanyawara. Esa comunidad carece igualmente de depredadores naturales, pero su esperanza de vida al nacer es casi 13 años más corta que la de Ngogo. La supervivencia de los chimpancés de Ngogo parece ser una respuesta adaptativa a un suministro de alimentos más abundante y menos variado que el de Kanyawara, según los científicos.
"Durante mucho tiempo se ha propuesto que hay diferencias extremas en la esperanza de vida de los cazadores-recolectores humanos y los chimpancés", apuntan.
David Watts, profesor de antropología en la Universidad de Yale y coautor del estudio, recalca que “durante mucho tiempo se ha propuesto que hay diferencias extremas en la esperanza de vida de los cazadores-recolectores humanos y los chimpancés”.
"Nuestro estudio encuentra que mientras que la esperanza de vida máxima difiere mucho, en el promedio no son tan dramáticas como se suele pensar, especialmente cuando los chimpancés no están sujetos a los principales impactos negativos causados por los seres humanos. De hecho, el patrón de sobrevivencia de la comunidad Ngogo se asemeja más a la de los cazadores-recolectores humanos que los documentados para otras comunidades de chimpancés”, concluye.

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