EL FLAMENCO ENANO DEJA DE SER UNA RAREZA EN ESPAÑA

El Comité de Rarezas de SEO/BirdLife ha sacado de la lista de aves ‘raras’ (especies o subespecies que se presentan sólo en contadas ocasiones en un ámbito geográfico determinado, al margen de su área de presencia habitual) al flamenco enano debido a su presencia cada vez más frecuente en España.
El último informe del Comité de Rarezas de SEO/BirdLife, publicado en la revista científica ‘Ardeola’, señala que el flamenco enano (‘Phoenicopterus minor’) es cada vez más habitual en los humedales ibéricos, posiblemente por el aumento global de las temperaturas.
“Este fenómeno es apreciable en las especies de distribución africana, que parecen haber dado el salto a Europa a través del estrecho de Gibraltar gracias a los inviernos ibéricos más suaves”, explica Miguel Rouco, secretario del Comité de Rarezas.
Por el lado contrario, aves propias de latitudes circumpolares o muy norteñas, que antes eran invernantes escasos pero regulares en España, son cada vez menos frecuentes en la península, debido a la suavidad de los inviernos árticos. Tal es el caso, por ejemplo, del porrón osculado (‘Bucephala clangula’), el mérgulo atlántico (‘Alle alle’) o el somormujo cuellirrojo (‘Podiceps grisegena’).
El informe, que recopila citas de 2015, da cuenta de tres ejemplares adultos de flamenco enano en la Laguna de Fuente de Piedra (Málaga) en abril y apariciones en Veta la Palma, en Doñana (Sevilla), donde se observaron nueve ejemplares en diversas fechas de enero y en abril. Más al norte, en la laguna del Camino de Villafranca, de Alcázar de San Juan (Ciudad Real), se localizó un individuo en febrero. Todas ellas son citas acreditadas con fotografías.
Estos ejemplares generalmente son observados junto a otros de flamenco común, de los que se diferencian por ser de menor tamaño; de ahí su nomenclatura ‘enano’, pero también por ser más rosados y con el pico de tonalidad oscura.
EN ESPAÑA DESDE 1966
El flamenco enano realiza movimientos muy amplios, de naturaleza dispersiva o errática, por lo que, aunque son originales del sur del Sáhara, son comunes sus citas en Marruecos, España y el sur de Francia, se cree que acompañando en sus migraciones a los flamencos comunes.
“En España se citó por vez primera en 1966, donde hay homologados en la Península 66 registros referentes a 123 ejemplares. En Canarias únicamente hay dos registros de dos aves, aunque hay bastantes citas más que no han llegado a remitirse para su homologación”, explica Rouco.
También hay datos de reproducción comprobados en 2007, 2013 y 2014 en Fuente de Piedra (Málaga), y en 2011 en la laguna de Manjavacas (Cuenca). Otros años también ha habido intentos de cría en distintos humedales sin que esta llegara a confirmarse finalmente, según el Comité de Rarezas.
El flamenco enano tiene menor tamaño (entre 80 y 90 centímetros) y envergadura (de 90 a 105 centímietros) que su pariente el flamenco común, que puede alcanzar una altura de 145 centímetros, aunque a primera vista lo que lo delata es su plumaje más intensamente pigmentado. Los jóvenes, de color pardo grisáceo, resultan más oscuros en conjunto y tienen la cabeza y el cuello más pardos que el común.
Es el más pequeño de las seis especies de flamencos que hay en todo el mundo, pero también es el más numeroso, con una población cercana a cuatro millones de ejemplares. El grueso de su población se localiza en África al sur del Sáhara (donde la mayor parte de la población se concentra en el valle del Rift), concretamente en el lago Natrón, en Tanzania y fronterizo con Kenia.

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