UNA NUEVA HIPÓTESIS SOBRE LA EVOLUCIÓN DE LOS SINBIONTES PERMITE COMPRENDER MEJOR ENFERMEDADES COMO EL ÉBOLA O LA FIEBRE DE KRIMEA-CONGO

Un estudio internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha descubierto que los organismos que viven gracias a la simbiosis se diversifican en otras especies sobre todo mediante el cambio de hospedador (el animal con el que conviven), y no a través de la coevolución junto a este como se creía hasta ahora.
Publicado en la revista 'Molecular Phylogenetics and Evolution', el hallazgo no sólo obliga a replantear la teoría sobre la evolución de estos organismos, sino que abre una nueva vía para comprender enfermedades letales causadas por agentes simbiontes como los virus del Ébola o de la fiebre de Crimea-Congo.
Según Jorge Doña, investigador del CSIC en la Estación Biológica de Doñana y autor principal del estudio, “hasta el momento se pensaba que los simbiontes más abundantes y transmisibles (presentes en casi todas las especies) son también los menos letales, porque han coevolucionado en cierta manera con muchos más animales y plantas”.
“En cuanto a su historia coevolutiva, estos organismos se mueven de un hospedador a otro con cierta frecuencia y la aparición de nuevas especies suele venir dada por los cambios asociados a estos saltos de hospedador. Este mecanismo de especiación parece ser el más común para la mayoría de simbiontes”, prosiguió Doña, aunque “en el otro extremo, encontramos también simbiontes muy localizados en un hospedador y muy poco transmisibles”.
“Estos últimos no suelen causar problemas porque es poco probable que se transmitan, pero son muy letales cuando consiguen contactar con un nuevo hospedador con el que no han coevolucionado, como en el caso del virus del Ébola”, subrayó.
El presente trabajo analiza la evolución de una familia de ácaros que viven en las plumas de las aves, en la que cada especie precisa un ave distinta para sobrevivir.
“Sorprendentemente, hemos encontrado que el mecanismo más común de especiación es el de cambio de hospedador y no el de coespeciación”, explicó Doña. “Este resultado nos obliga a replantearnos la teoría sobre cómo evoluciona las especies de simbiontes, especialmente en aquellas donde se esperaba que la coespeciación fuese el principal motor de cambio”, indicó el investigador.
“Además, en el contexto de las enfermedades emergentes, abre una nueva vía para terminar de prevenir la aparición de enfermedades letales como el ébola o la fiebre de Crimea-Congo, surgida el año pasado en España”, concluyó.

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