Soltados cinco ejemplares de cárabos y un águila ratonera contra la plaga de topillos del Pirineo navarro

Soltados cinco ejemplares de cárabos y un águila ratonera contra la plaga de topillos del Pirineo navarro
Soltados cinco ejemplares de cárabos y un águila ratonera contra la plaga de topillos del Pirineo navarro
EUROPA PRESS
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Los cárabos son aves rapaces nocturnas que se alimentan de roedores y otros pequeños mamíferos y que contribuyen al control de esta plaga perjudicial para la agricultura y la ganadería, según ha informado el Gobierno de Navarra en una nota.

El Ejecutivo foral en colaboración con las empresas públicas Gestión Ambiental de Navarra e INTIA está llevando a cabo distintas acciones para hacer frente a la problemática que están generando estas especies de roedores en la agricultura navarra.

Estas plagas se extienden por toda Europa, y según explican los especialistas, las causas son varias, entre otras, el cambio climático, el aumento de tamaño de las parcelas y las explotaciones, la uniformización del paisaje agrario y las dificultades de los predadores naturales para actuar.

Durante el pasado invierno se ha constatado la presencia de numerosas praderas con daños producidos por rata-topo (Arvicola terrestris) en la zona pirenaica. Si bien la especie parece estar presente en una amplia zona, en los parajes de mayor altitud de los valles de Erro, Aezkoa y Salazar, su distribución es muy selectiva y con niveles de afección muy diferentes.

Los municipios más afectados son Jaurrieta, Villanueva de Aezkoa y Abaurrea Alta. Los daños se están cuantificando, pero en algunas parcelas se llega al 80-90 por ciento de merma de producción en el primer aprovechamiento, además de necesitar resiembras de praderas artificiales de manera más frecuente, según ha indicado el Gobierno navarro.

Las áreas de paisaje más simplificado, con parcelas de gran tamaño y sin bosques maduros en el entorno, parece que concentran en estos momentos un mayor número de praderas afectadas. El problema tiene importantes repercusiones para los ganaderos, tanto desde el punto de vista económico como de gestión, ya que, en breve, deberían disponer de praderas en plena producción, muy reducida en este momento.

El aumento de las poblaciones de estas especies tiene un carácter cíclico. Según indica personal técnico del Departamento, se prevé una reducción importante de la plaga en las próximas campañas, pareja con las medidas de control.

La estrategia de lucha contra la plaga trata de provocar el mínimo impacto ambiental, por lo que intenta evitar los métodos químicos y restaurar el equilibrio natural. Para ello, se han establecido conteos y moniteros de las especies nocivas en los distintos agrosistemas de Navarra: praderas de montaña, regadíos, frutales, viñedo, cultivos extensivos.

En 2015 se diseñó una red de seguimiento de 66 estaciones fijas de control de la abundancia de topillos a partir de muestreos de toperas, Abarcan la Ribera del Ebro, Ribera del Aragón, Merindad de Tafalla y Tierra Estella, así como diferentes cultivos: alfalfas, cereal, barbecho, frutales, olivos/almendros, viñas y hortícolas. La realización de estos censos en 2015 ha proporcionado importante información que se puede considerar como punto de partida en el conocimiento de los ciclos de abundancia de estas especies.

Además, se ha fomentado en los últimos años la fauna auxiliar autóctona (cernícalos, lechuzas, mochuelos) mediante la colocación de nidos. En esta línea, se han instalado 257 nidales y 40 posaderas de rapaces distribuidos por toda la geografía foral. Es importante también la labor que se realiza asesorando a las explotaciones agrarias en métodos de control como la instalación de setos en márgenes, vigilancia, trampeo y, excepcionalmente, fitosanitarios. Asimismo, se orienta a los afectados en otro tipo de actuaciones como la frecuencia de siegas, rotaciones, resiembras y labrado.

Esta estrategia persigue el control de estos roedores de la manera más eficaz a medio y largo plazo, teniendo además la ventaja de ser económica y ambientalmente más sostenible que la habitual aplicación de fitosanitarios. Todo ello en línea con la Directiva 128/2009 del Parlamento y del Consejo Europeo sobre el uso sostenible de los plaguicidas. Asumir por las explotaciones el cuidado y mantenimiento de la biodiversidad es, además de ventajoso en la lucha contra las plagas, un beneficio para el conjunto de la sociedad.

UN ALIADO DE LOS AGRICULTORES

El cárabo común (Strix aluco) es un ave rapaz de tamaño medio que es común en los bosques de gran parte de Europa y Asia. Este animal, que se asemeja a la lechuza, generalmente construye su nido dentro del hueco de un árbol. Se trata de un ave no migratoria y altamente territorial, lo que provoca que muchos ejemplares jóvenes mueran de hambre si no pueden encontrar un territorio vacante una vez que se separan de sus padres, según ha destacado el Gobierno foral.

El cárabo parece adaptarse a una variedad de ambientes, aunque el preeminente sea evidentemente el bosque maduro, pero también podemos observarlo en campiñas, sotos ribereños o incluso parques urbanos. La densidad de aves disminuye proporcionalmente a la escasez de arbolado o la aridez del terreno.

Poco exigente a la hora de comer, se adapta a lo que hay en el lugar y a la época del año en la que se encuentre, aunque el plato principal, evidentemente, son los ratones, ratas, topillos, incluso lirones... No duda en completar la dieta con todo tipo de insectos (ciervos voladores, mariposas nocturnas atraidas por la luz de una farola...), otras aves pequeñas, gusanos, babosas o toda clase de reptiles, anfibios etc.

CENTRO DE RECUPERACIÓN DE LA FAUNA DE ILUNDÁIN

Los cinco cárabos que se han soltado este viernes en el Pirineo fueron encontrados cuando eran polluelos, en el suelo, por particulares, en algunos casos, y por guardas forestales, en otros. Son alimentados, revisados si tienen lesiones y en su caso, curados, y en este caso,

El Centro de Recuperación de la fauna salvaje de Ilundáin cuenta con una red de recogida de animales que recibe los avisos de localización de animales heridos o desorientados en el teléfono 112. Desde este teléfono se desvían las llamadas a personal especializado, que se pone en contacto con la persona que ha llamado y viaja hasta el lugar de la notificación para recoger el animal. La red está integrada por el personal específico del centro y el Guarderío Forestal.

Los animales recogidos pasan al servicio veterinario, donde se lleva a cabo un reconocimiento y diagnóstico de los problemas que presenta. De acuerdo con ello, en fase hospitalaria se llevan a cabo los tratamientos necesarios. Una vez sano, los cárabos han sido entrenados en la caza y obligados a volar para fortalecerse y así poder ser devueltos al medio natural.

El Centro Ilundáin (Valle de Aranguren) pertenece al Gobierno de Navarra y su gestión corresponde a la empresa pública Gestión Ambiental de Navarra. Tiene como principales objetivos la recuperación de la fauna salvaje lesionada o enferma, y conseguir que los animales salvajes que ingresan en el centro se reincorporen a la naturaleza en plenas condiciones.

En la última década, el número de animales ingresados ha ido creciendo hasta llegar actualmente a una cifra aproximada de 700 ejemplares anuales, de los que alrededor del 50 por ciento se consigue reintegrar a la naturaleza.

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