El toro Ratón, disecado con gesto desafiante para perpetuar su leyenda letal

  • Una talla de 1,50 metros de altura y 2,20 de largo del toro Ratón, disecado con gesto desafiante, perpetuará desde hoy la leyenda de un astado famoso por su bravura y tachado de "sanguinario" por la estela de muerte que dejó por calles y plazas antes de morir a finales del pasado mes de marzo.

Mónica Collado

Valencia, 3 sep.- Una talla de 1,50 metros de altura y 2,20 de largo del toro Ratón, disecado con gesto desafiante, perpetuará desde hoy la leyenda de un astado famoso por su bravura y tachado de "sanguinario" por la estela de muerte que dejó por calles y plazas antes de morir a finales del pasado mes de marzo.

Ratón, con más de una década de éxitos en los cosos y por su carácter mediático, se había ganado "por méritos propios que no se perdiera su legado para que lo conocieran las futuras generaciones", señala a Efe su propietario, el ganadero Gregorio de Jesús.

"La idea era preservar un animal legendario que pasará a la historia", confiesa De Jesús, para quien Ratón es "el mejor toro que ha dado la historia del toro desde sus inicios y el más mundialmente conocido".

Ratón murió a los 13 años por fallos multiorgánicos el pasado 24 de marzo y cuando se acercaba con peligro a la senilidad en un toro, que tiene unos 15 años de esperanza de vida.

Tres muertos y varios heridos habían elevado su fama de asesino y habían agudizado el morbo de los aficionados por verle participar en múltiples festejos por diversos pueblos de la geografía española.

Ratón había agrandado su fama por ser el primer toro en tener un libro -"La verdadera historia del toro Ratón", del periodista Francisco Delgado-, un videojuego para móviles o una canción del compositor colombiano Noel Petro que decía de Ratón que "había creado el horror y tiene una trayectoria de tragedia horrible".

Desde su ganadería se confía en que la descendencia de Ratón permita prolongar la saga de su progenitor, y se apuesta también por exhibirlo disecado por museos y peñas taurinas para que su fiereza y su casta no caigan en el olvido.

"Todos estaremos de acuerdo en que sería una pena que hubiera desaparecido por completo. Hablamos de una leyenda que por lo menos se había ganado el derecho de ser admirado por los simpatizantes del toro", afirma el ganadero.

De Jesús ya conoce el interés del museo de ciencias naturales de Onda (Castellón) y los museos taurinos de Valencia y Bilbao para exhibir al famoso astado, así como peñas y clubes taurinos de localidades de la Comunitat Valenciana como Silla, Valencia y Cullera.

Mientras no vaya a ningún museo, "Ratón estará en nuestra finca y el aficionado que quiera tendrá las puertas abiertas para verlo", invita De Jesús, quien esta tarde presenta al animal disecado en su localidad natal de Sueca (Valencia).

El trabajo para disecar a Ratón, que ha costado 6.000 euros, ha sido "largo y tendido" y ha durado cerca de cinco meses, según relata a Efe el taxidermista José Manuel Ros, encargado de plasmar la gallardía y fiereza que exhibía Ratón en la plaza.

"Creo que lo hemos logrado", afirma humilde el experto, quien insiste en que no se trataba de crear "un toro más, sino a Ratón, que tenía una morfología específica" y por eso lo ha representado con la "postura desafiante que adoptaba" cuando salía a la arena.

"Toda la gente que lo conoce lo dice: no ve a un toro, sino a Ratón", afirma con orgullo para reconocer que al principio rechazó la idea de disecarlo por "la incertidumbre de que la piel no respondiera" por haber fallecido de muerte natural.

Una vez aceptado el trabajo había que preparar la piel, extraerla y limpiarla "lo más rápido posible" y una vez estabilizada, se inició un proceso de cerca de mes y medio de curtido, que aprovechó para hacer la maqueta del cuerpo del astado.

Aunque en el mercado hay cuerpos estándar, estos no servían para Ratón porque "tenía una morfología y una expresión muy particular", por lo que se tuvo que hacer el maniquí para después pintarlo y vestirlo con la piel tratada.

"Hubo bastante coincidencia entre la piel y el cuerpo y a partir de ahí, todo era coser y trabajar para que quedara lo más parecido posible", concluye.

El resultado es una figura de 1,50 metros de alto por 2,20 de largo, con una cabeza rematada por dos cuernos muy característicos, un pelaje negro con algunas manchas blancas y un gesto desafiante con la cabeza en alto y esa mirada escrutadora que aún deben tener clavada los miles de contrincantes que han corrido o toreado ante uno de los astados más famosos de los últimos años.

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