En declaraciones a Europa Press, Antonio Muñoz, portavoz del colectivo ecologista, ha anunciado que van a denunciar ante la Consejería de Medio Ambiente los "continuos olores" que sufre la población circundante a los polígonos industriales y al litoral donde se desarrolla el trasiego de combustible entre buques.
Al respecto, ha comentado que "sin ir más lejos" el pasado día 9 la población de La Línea de la Concepción padeció "desde mediodía hasta altas horas de la noche" un "fortísimo olor a hidrocarburos y a compuestos orgánicos volátiles", produciéndose "numerosas llamadas" de ciudadanos al servicio de Emergencias 112 Andalucía.
Como consecuencia de este episodio, que el colectivo ecologista atribuye a una operación de trasiego de combustible entre buques de gran tonelaje en la zona de poniente de Gibraltar, "muchas personas optaron por encerrarse literalmente en sus casas, y otras por marcharse de la zona en la que se estaban produciendo esas emanaciones de gases".
Según Muñoz, este tipo de episodios por bunkering también es "muy habitual" en Algeciras, "sobre todo en las viviendas y hospitales cercanos al puerto". A ello, suma las emisiones que sufren los campogibraltareños y que "están aumentando cada vez más" por parte de la "industrias pesadas y centros logísticos de hidrocarburos".
En este contexto, el colectivo ecologista considera que la Junta de Andalucía tiene que "reactivar" el Plan Corrector de Vertidos que tiene "olvidado desde hace varios años". Según ha indicado, en base a dicho plan, se mantenían "reuniones asiduas con los sectores sociales del Campo de Gibraltar, partidos políticos y ayuntamientos".
Al respecto, ha comentado que en dichos encuentros se daba cuenta de "las inversiones y las investigaciones" que se desarrollaban o propiciaban por parte de la Administración andaluza en cuestiones relacionadas con la medición de emisiones o con solventar "toda esta serie de vertidos tanto hídricos como atmosféricos".
Por ello, Verdemar ha insistido en exigir la recuperación de este plan, ya que, pese al "notable aumento en la zona, adolecemos de medidores en continuo de compuestos orgánicos volátiles", que "no están permitidos por la ley" y que, así las cosas, "los únicos que los contabilizan son los ciudadanos en sus cuerpos en forma de olor y de enfermedades".
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