Lo han anunciado este lunes la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés; el coordinador general de Alcaldía, Luis Cueto, junto con representantes de AEGAL y Ecovidrio. Estos árboles capturarán parte de los gases emitidos y se quedarán como legado para la ciudad.
"Estamos trabajando en una ordenanza que piense en la sostenibilidad en los grandes actos que se celebran en la ciudad", ha avanzado Sabanés. "Queremos que cada acto deje un legado", ha remachado.
Las plantaciones se realizarán a finales de otoño o ya en el invierno. Serán 2.200 árboles, de los que 1.300 serán fresnos y 900 sauces de entre 1 y 1,5 metros de altura. El Bosque del Orgullo capturará mil toneladas de CO2, equivalente a 30 años desde su plantación.
Además para el suministro de energía eléctrica se emplearán equipos electrógenos autónomos eficientes y de bajo impacto, con bajas emisiones y aislamiento acústico.
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