Greenpeace diseña modelo energético "viable" que reduciría el 55% del consumo

  • España podría reducir un 55% el consumo de energía y ahorrar 200.000 millones de euros al año, según el modelo energético propuesto hoy por Greenpeace en su informe "Energía 3.0", donde detalla un abanico de soluciones "viables" y "más limpias".

Madrid, 20 sep.- España podría reducir un 55% el consumo de energía y ahorrar 200.000 millones de euros al año, según el modelo energético propuesto hoy por Greenpeace en su informe "Energía 3.0", donde detalla un abanico de soluciones "viables" y "más limpias".

Para demostrar la aplicación real de sus ideas, Greenpeace ha presentado el documento en el edificio Ecobox, sede la Fundación Metrópoli en Alcobendas (Madrid), un espacio de innovación en arquitectura bio-climática, nuevos materiales y eco-urbanismo.

"Energía 3.0", elaborado por el ingeniero Xavier García Casals, aborda cómo satisfacer exclusivamente con renovables no solo el consumo de electricidad, sino las necesidades de energía en todos los sectores (transporte, edificación, etc.) en la península.

Y diseña distintos escenarios que se sitúan en 2050 para conocer cuánta energía se consumirá, con qué fuentes renovables se cubrirán y cuánto costará, tanto si se aplican soluciones "inteligentes" como lo contrario.

La directora ejecutiva de Greenpeace, Miren Guitérrez, ha defendido que la propuesta no es "futurista" sino "técnica y económicamente posible", por tanto "no hay que "vivir resignado a las amenazas del cambio climático, las mareas negras o lo nuclear".

En la presentación de "Energía 3.0" se ha lanzado una campaña on-line que, bajo el lema "No leas el informe 3.0 de Greenpace", sugiere contrastarlo con las ideas de los defensores de mantener el actual sistema (debateenergetico.org), que incluye un vídeo en tono de humor con políticos y representantes del sector energético.

Según el responsable de la campaña de Energía de Greenpeace, José Luis García Ortega, aplicar las fórmulas de 3.0 implicaría reducir la demanda de energía de la península en un 55% en 2050 respecto a 2007 y alcanzar cero emisiones de CO2 (principal gas contaminante causante del cambio climático).

En esa misma fecha, "el sistema energético costaría un 91% menos de lo que costaría mantener el modelo actual y el ahorro económico superaría los 200.000 millones al año", ha añadido.

Dentro del capítulo sobre edificación, el informe sostiene que el consumo energético para climatizar se puede reducir al mínimo mediante el diseño bioclimático (espesor de aislante óptimo para cada clima; ventanas con control solar y térmico activo...)

En cuanto a los transportes, defiende que la mayor parte del transporte sea eléctrico y que los vehículos intercambien energía con la red; así los consumidores participan en la operación y gestión del sistema eléctrico, ofreciendo servicios de gestión de la demanda

Además, las necesidades de movilidad se reducen gracias al tele-trabajo y a una planificación urbana eficiente que facilita los desplazamientos a pie y en bici, y el transporte colectivo es mayoritario.

Apuesta asimismo por eliminar las subvenciones a las energías sucias e ineficientes, e internalizar los costes externos de la producción de energía, de manera que se refleje su coste real, incluido el de todos los impactos y riesgos ambientales.

Según el autor del informe, hoy ningún país está aplicando este modelo, pero algunos del norte de Europa "están intentando acercarse", aunque la crisis mundial ha ralentizado el proceso.

En España, uno de los frenos son "los intereses" de determinados sectores, que "hablan mucho de recortar las renovables y no lo que cuesta subvencionar el carbón o lo que se gasta en importar petróleo", ha añadido, al respecto, García Ortega.

Para hacer realidad sus propuestas, la organización ecologista pide a los partidos que se comprometan en las próximas elecciones y les ha invitado a un debate sobre energía que organiza el próximo 11 de octubre.

La pequeña anécdota sucedió cuando el autobús híbrido, aún en pruebas, que iba a llevar a los periodistas de vuelta a Madrid no logró arrancar. EFE

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