Madrid conserva 800 calderas de carbón y 5.000 de gasóleo

El presidente de la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia), José María de la Fuente, denunció hoy que en la ciudad de Madrid todavía funcionan 800 calderas de carbón la mayoría en la almendra central y unas 5.000 de gasóleo, por lo que sostuvo que sería una medida efectiva para luchar contra la contaminación que se prohibieran o que las administraciones públicas incentivaran activamente su sustitución.

De la Fuente, en declaraciones a Servimedia, se refirió a esta cuestión al valorar que el Ayuntamiento de Madrid, para hacer frente a la alta contaminación en la capital, vaya a prohibir este jueves circular a los coches con matrícula par.

Según el presidente de Agremia, es “evidente” que sería preferible sustituir las calderas de carbón y gasóleo en la capital a cortar el tráfico "generando trastornos enormes al conjunto de la ciudadanía y de la economía”.

En esta línea, De la Fuente denunció que estas medidas relativas al tráfico, “aunque llaman mucho la atención, en realidad no consiguen prácticamente nada”.

En cuanto al carbón, afirmó que “no tiene ningún sentido que se siga utilizando”, ya que se trata “de una energía totalmente descatalogada y fuera de lugar en el siglo XXI en una ciudad moderna”.

Más allá de la contaminación generada por estas 800 calderas, advirtió sobre la polución adicional que se genera en su reparto, que se realiza con camiones enormes, y sobre las condiciones de trabajo de quienes cargan el carbón en las calderas, así como de quienes lo reparten.AYUDAS A ENERGÍAS LIMPIAS

Asimismo, el presidente de Agremia alertó sobre la poca eficiencia de este tipo de calderas, ya que funcionan “a tarifa plana” durante los meses de invierno provocando que las viviendas tengan las ventanas abiertas durante los días en que las temperaturas no son muy bajas.

En cuanto a la actuación de las administraciones para incentivar el cambio a energías más limpias, pidió que se recuperen las ayudas públicas para la renovación de calderas que ofrecía la Comunidad de Madrid, ya que las ayudas actuales son asumidas por el sector privado, básicamente las distribuidoras de gas junto a los fabricantes de calderas y los instaladores.

A este respecto, destacó que el dinero que se invierte en estos incentivos procede de los impuestos aplicados a las tarifas del gas y del agua y que se recupera fácilmente a través de otros impuestos como el IVA.

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