Abengoa logra el quorum de los bonistas para activar su plan de reestructuración

Habemus acuerdo. El largo y tortuoso rescate de la empresa sevillana Abengoa vive este martes un nuevo capítulo con al acuerdo de sus bonistas (inversores en su deuda) y otros acreedores para activar el contrato 'lock up' que respalda el reciente plan de viabilidad presentado por la compañía el 24 de enero.

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El contrato "lock-up", que deja en suspenso el ejercicio de una serie de derechos por parte de los acreedores, se ha suscrito con inversores que ostentan la mayoría de la antigua deuda sénior, y la mayor parte del segundo tramo de la deuda nueva emitida tras el acuerdo de reestructuración de 2017. También involucra a las entidades avalistas. Básicamente, impide que estos inversores puedan vender o traspasar su deuda a terceros bajo determinadas circunstancias. 

A finales de 2018, Abengoa suscribió el contrato de bloqueo o 'lock-up' con un conjunto de entidades financieras e inversores que ostentan la mayoría del llamado 'New Money 2'. Dicho proceso de adhesión finalizó ayer, tras varias ampliaciones del plazo. "Se han alcanzado las mayorías necesarias para la efectividad del contrato 'lock-up', efectividad que se ha producido con fecha 28 de enero de 2019", ha señalado a la CNMV

Según avanzó Abengoa en diciembre, los firmantes del contrato de bloqueo se comprometen a respaldar las medidas necesarias para que la multinacional pueda firmar el contrato de reestructuración antes del 31 de enero o en una fecha posterior que acuerden entre ellos.

Un nuevo plan a diez años

Abengoa, inmersa en un continuo proceso de rescate desde 2015, presentó la semana pasada un plan de de viabilidad a 10 años que ha facilitado que bancos y fondos se pusieran de acuerdo para adherirse al plan. El grupo andaluz estima que alcanzará una facturación de 4.202 millones de euros en 2028, casi el triple que su dimensión de negocio actual. Según la hoja de ruta presentada, Abengoa alcanzaría un beneficio bruto operativo (ebitda) de 164 millones de euros y para el ejercicio 2028 se situaría en los 295 millones de euros. La ingeniería prevé centrarse en la construcción de proyectos de gas y energías renovables.