Pérdidas en bolsa

Aena, IAG y Airbus: la Covid resta 6.200 millones a la cartera turística del Estado

Más de la mitad del patrimonio bursátil público está colocado en el gestor de los aeropuertos, que se hunde un 31% en el ejercicio, por debajo del 70,6% que pierde del grupo de aerolíneas o del 46,8% del fabricante

Una turista pasea por una Puerta del Sol prácticamente vacía.
Aena, IAG y Airbus: la Covid resta 6.200 millones a la cartera turística del Estado en bolsa.
EP

El turismo, un sector que aporta alrededor del 13% al PIB y es la principal actividad económica para nuestro país, atraviesa su peor año de cuantos se recuerdan a causa de la pandemia de coronavirus. Las restricciones a la movilidad desde marzo y, en última instancia, la que sería ya la segunda oleada del virus en nuestro país están teniendo un duro impacto en términos de negocio, de empleos, pero también en el comportamiento en bolsa de estas compañías. Aena, IAG y Airbus, las tres firmas más relacionadas con este tipo de actividades de las diez cotizadas con participación pública, han recibido otro correctivo estos días que se suma al registrado desde el estallido de la crisis. Las tres generan unas pérdidas latentes para la cartera de acciones que ostenta el Gobierno de Pedro Sánchez de 6.200 millones de euros. 

Austria se ha sumado esta semana al veto turístico a España que ya aplican Reino Unido o Alemania, y pedirá un test de Covid-19 a todo ciudadano que viaje desde Baleares. Unos días antes, el touroperador TUI anunciaba que cancela los paquetes de viaje a nuestro país, a excepción de los que tengan como destino las Islas Canarias, después de que el Gobierno de Angela Merkel incluyera a todo el país, salvo al archipiélago, en su lista de "zonas de riesgo" por el coronavirus. Noticias como ésta, las restricciones al ocio nocturno o la declaración de emergencia sanitaria en el País Vasco, por poner algunos ejemplos, han dado la estocada al sector en bolsa en plena temporada de verano, cuando muchas empresas dan ya el año por perdido.

Más de la mitad del patrimonio bursátil público está colocado en el gestor de los aeropuertos españoles, Aena, del que el Estado ostenta una participación del 51% a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). La firma capitaneada por Maurici Lucena se hunde en bolsa más del 31% en lo que llevamos de ejercicio al filo de los 17.600 millones de euros de capitalización, lo que eleva las pérdidas latentes de ese pedazo bajo control público a los 4.024 millones. Sus títulos han logrado recuperar un 27,8% desde el suelo que marcaron el pasado 16 de marzo, en pleno 'crash' bursátil a nivel mundial, en 91,9 euros. 

La compañía registró unas pérdidas de 170,7 millones de euros en el primer semestre a causa de la pandemia -frente a las ganancias de 559 millones obtenidas en el mismo periodo del año pasado, que fue un ejercicio récord en términos de negocio-a causa de la reducción del tráfico aéreo y la paralización del negocio comercial en la red de aeropuertos. El descenso del tráfico aéreo se materializó en marzo y se agudizó en abril, mayo y junio con un parón total y caídas del 99%. El retroceso en el número de viajeros que han llegado a los aeropuertos nacionales ha sido además del 76,2% en julio. La situación es tal, que la propia compañía reconoce que no recuperará los niveles de tráfico registrados el pasado año hasta el periodo 2024-2027.

Derrumbe del tráfico aéreo y perspectivas poco halagüeñas

Esa caída histórica en los vuelos se ha cebado con el grupo de aerolíneas IAG, en el Gobierno de Pedro Sánchez posee una participación minoritaria del 2,44%. El hólding dirigido por Willie Walsh (4.522 millones de valor bursátil) ha tenido que lidiar en los últimos meses además con la falta de acuerdo en torno al periodo de prórroga para el Brexit, cuyas negociaciones se han retomado esta misma semana. Su desplome es de lejos el mayor entre las compañías que componen el Ibex 35, al superar el 70,6% desde enero. Esto supone que el Estado acumule unas minusvalías latentes de 250,24 millones de euros

El grupo propietario de Iberia, Vueling, British Airways o Air Lingus, anunció a comienzos de mes unas pérdidas después de impuestos de 3.806 millones de euros de enero a junio por el 'shock' generado por la pandemia. Un año antes y en ese mismo periodo había obtenido unos beneficios de 806 millones de euros. Su situación es similar a la que atraviesan otros grandes nombres del sector a nivel europeo (y mundial), como Lufthansa, Air France-KLM. Las dos últimas también han registrado unos números rojos inéditos a causa de las restricciones a la movilidad y la paralización de los vuelos, y han sido objeto de rescates públicos para garantizar su supervivencia. 

Alemania pactó una ayuda de 9.000 millones de euros a Lufthansa, mientras que Francia ha puesto sobre la mesa 7.000 millones a Air France y Países Bajos otros 3.400 millones para KLM. IAG no planea acogerse al fondo de rescate de 10.000 millones que gestiona la SEPI destinado a las empresas golpeadas por la pandemia, y mantiene su intención de realizar una ampliación de capital de 2.750 millones de euros el mes que viene. 

En el caso del conglomerado europeo Airbus, que por su cuantía es otra de las principales participaciones del Estado en bolsa (2.259 millones de euros), las pérdidas latentes para el 4,16% de las acciones que el Ejecutivo posee en el valor ascienden a 1.973 millones de euros. El fabricante de aviones ha visto como sus títulos se han precipitado un 46,8% desde el arranque de un año en el que sus entregas se están viendo reducidas de momento a la mitad. 

Así, el grupo registró unos números rojos de 1.919 millones en el primer semestre, frente a los casi 1.200 millones de beneficio que obtuvo hasta junio del año pasado. El 'golpe' de la Covid-19 en sus cuentas se ha traducido, además, en una dotación de 900 millones de euros que podría ampliarse hasta los 1.600 millones, y en la obligación de acelerar al máximo su plan de reestructuración previsto.

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