Albella corta las alas al negocio de los CFDs... y la cabeza a las opciones binarias

  • La supervisor europeo Esma bendice las restricciones comerciales a estos derivados financieros con la CNMV a la vanguardia de la regulación.
Albella, CNMV
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Europa Press

IG Markets, XTB, EToro, Plus500, Admiral Markets, Selfbank, BBVA… La lista de intermediarios financieros en España que ofrecían -y seguirán ofreciendo- productos financieros complejos a pequeños inversores es larga, pero para todos cambia algo a partir de este martes 2 de julio. La nueva regulación, con la CNMV a la cabeza de su despliegue, prohibirá la venta a particulares de opciones binarias (OB), un derivado financiero muy similar a las apuestas deportivas en el que se gana o pierde en función de si el activo subyacente ha cumplido con una determinada condición marcada a priori.

El próximo 1 de agosto, además, se restringirá la venta de los CFDs (contratos por diferencias) sobre acciones, divisas o materias primas para limitar su apalancamiento, pero sobre los balances negativos, es decir, su capacidad para generar pérdidas más allá del dinero invertido. “Los CFD son instrumentos complejos y están asociados a un riesgo elevado de perder dinero rápidamente debido al apalancamiento. El 75% de las cuentas de inversores minoristas pierden dinero en la comercialización con CFD con este proveedor. Debe considerar si comprende el funcionamiento de los CFD y si puede permitirse asumir un riesgo elevado de perder su dinero”.

Antes no, pero desde 2018, el párrafo anterior se repite, de forma literal, en cada uno de los brókers que comercializan los contratos por diferencias (CFDs, por sus siglas en inglés) tanto en sus publicidades en Internet como en sus cuñas de radio. Según la nota distribuida por la CNMV el sábado, el contenido y alcance de las medidas es “sustancialmente equivalente” al de las acordadas por la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) en 2018 que, tras sucesivas prórrogas, dejarán de ser de aplicación en julio y agosto de este año. Sin embargo, el supervisor se ha situado a la vanguardia de la regulación en Europa en esta materia debido a las malas prácticas de algunos proveedores que operaban desde Chipre, Irlanda o Malta.

La nueva regulación, prevista desde que comenzaron las prohibiciones temporales en 2018, supondrá “un impacto real” aunque su puesta en marcha ya “En el CFD que nosotros comercializamos el apalancamiento es opcional. ¿Dónde está el riesgo mayor? El CFD puede tener riesgo pero los futuros tienen más. Algunas de las restricciones me parecen excesivas y hemos recibido algunas quejas de clientes. No osbtante, puedo estar a favor o en contra”, reflexiona Juan Enrique Cadiñanos, responsable para España de la firma Admiral Markets. “La CNMV ha interpretado la regulación de la Esma para eliminar la mala praxis de algunos proveedores, pero ha tratado a todos por igual. Nosotros no ganamos con la pérdida del cliente, solo con la intermediación. Otros intermediarios, sí”, lamenta Candiñanos en referencia a aquellos brókers que son creadores de mercado y comercializadores a la vez.

Se trata de una consolidación de las medidas que se pusieron en march en 2018 y se refiere, sobre todo, a tres aspectos: prohibición total de las opciones binarias, limitación del apalancamiento (de 200 a un máximo de 30 a 1) y la obligación del intermediario contra los balances negativos de los clientes. Desde XTB creemos son medidas muy positivas y necesarias ya que favorece la protección del inversor y elimina la mala praxis de algunos actores del sector”, explica Rodrigo García, analista de XTB. Otros proveedores como IG Markets, líderes de la comercialización en el sector, declinaron realizar comentarios, mientras que los representantes de Plus 500, uno de los grandes patrocinadores del Atlético de Madrid en los últimos años, no pudieron ser localizados.

Desde un lanzamiento en 2007 en España, la CNMV ha sometido a un continuo seguimiento a los llamados CFDs a los que siempre ha considerado instrumentos de inversión bajo su paraguas de supervisión. Sin embargo, no fue hasta octubre de 2014 cuando los puso en el punto de mira después de analizar los resultados de un informe. De una muestra total de 8.000 inversores, tres de cada cuatro registraron pérdidas con una cifra media de 3.300 euros y en algunos caso superior al millón de euros. “Ese nivel de pérdidas produce una elevada rotación en este tipo de clientela ya que, aproximadamente, la cuarta parte de los clientes realizan operaciones sólo durante uno o dos meses, abandonando después esta operativa”, explicó el supervisor entonces.

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