'Boom' de la demanda

La rentabilidad de las letras tocará techo con la última subida de tipos del BCE

El interés que ofrece el Tesoro Público seguirá al alza hasta que el mercado descuente que el aumento progresivo de las tasas de referencia en la zona euro se acerca a su fin, algo que puede ocurrir en junio. 

Billetes y monedas
La rentabilidad de las letras tocará techo con la última subida de tipos del BCE. 
Europa Press

Los ahorradores conservadores han esperado como ‘agua de mayo’ la subida de los tipos de interés. La expectativa de que la banca fuera de nuevo a remunerar por los depósitos se ha desinflado a medida que Christine Lagarde apretaba el gatillo de las tasas que marcan el precio del dinero en la zona euro. Después de que la renta fija haya sufrido el peor año de su historia reciente, muchos de los inversores han buscado refugio en la deuda pública como una de las pocas alternativas que ofrece una rentabilidad interesante en el momento actual.

Las subastas del Tesoro Público celebradas en enero dan prueba de ello. Especialmente las letras, que dejan fuera de juego a los depósitos mejores pagados con una rentabilidad que roza el 3% en el caso del papel a nueve y doce meses, mientras que las letras a tres meses y seis meses ofrecen un interés del 2,1% y del 2,6%, respectivamente. Se trata de unas cifras inéditas en la última década que han desembocado en una avalancha de demanda.

Esta situación plantea la duda de si es el momento adecuado para acudir a las próximas subastas, previstas para el 7 y el 14 de febrero, o es preferible esperar a que Christine Lagarde termine de apretar aún más el gatillo de los tipos de interés. Los analistas consultados por este medio coinciden en que el mercado ya ha descontado los próximos movimientos previstos por el Banco Central Europeo (BCE), que incluye, como mínimo, otra subida además de la prevista este jueves. “Nos tendría que sorprender mucho con las decisiones de su próxima reunión o su discurso posterior para alterar de forma notable el escenario actual”, precisa el consejero delegado y gestor de la renta fija de Buy & Hold, Rafael Valera.

El director de Inversiones de renta fija de Renta 4, Ignacio Victoriano, por su parte, se muestra algo más cauto y advierte de que la compra de deuda puede dejar de ser una “una buena” inversión si su rentabilidad se estanca en el 3%, umbral al que está previsto que se eleven los tipos este jueves. A este respecto avisa sobre el “efecto limitado” que puede tener el hecho de adquirirlas una vez acabada la artillería restrictiva y defiende que ahora mismo es una de las pocas opciones relevantes para invertir junto a los fondos monetarios

El despertar de los tipos de interés durante 2022 ha disparado las rentabilidades de los bonos tanto en el Viejo Continente como en Estados Unidos. En el caso de España, el bono español a diez años ha pasado del terreno negativo al 3% en apenas doce meses, con la correspondiente caída de su precio, ya que se mueve de forma inversa a los rendimientos del cupón.

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Su salto al citado umbral se produjo en octubre, cuando los tipos de la zona euro se colocaron en el 2%, su nivel más alto en catorce años, franja que consolidó tras el último alza. En los días de las cuatro intervenciones realizadas desde Fráncfort durante 2022, el mercado de deuda español ha respondido de forma dispar con agresivos movimientos. Mientras que en la primera subida se produjo una caída de hasta el 9% en el interés de la deuda a diez años, después de escalar de forma progresiva durante las semanas anteriores, en línea con la de octubre, en las otras dos, los inversores respondieron con ventas.

“La cuestión estará en el mensaje del BCE y en las estimaciones que, a partir de este mensaje, haga el mercado sobre el futuro de los tipos en Europa”, añade el director de Inversiones de Finaccess Value, David Ardura. Este miércoles la rentabilidad ya rebasaba el 3,3%, tan solo dos décimas por debajo del 3,5% que llegó a marcar el pasado diciembre y que le acercaban a máximos de 2014. Con la inflación todavía por encima del 8% en la zona de la moneda única, la clave estará en el tono del BCE. “Un mensaje un poco más agresivo podría provocar mucha volatilidad en una renta fija que ha comenzado el año con un buen comportamiento”, concluye.

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